Festival Indígena de Montreal amplía espacio para cine latinoamericano en su 35 edición

por © María G. Bravo (Montreal)-PRODUCCIONLATINA.com
El Festival Présence Autochtone de Montréal celebra su trigésimo quinta edición del 6 al 14 de agosto con una programación que refuerza su rol como plataforma global para las culturas originarias. Este año, la presencia latinoamericana destaca con más de 60 películas entre ficción, documental y experimental, mostrando un crecimiento tanto cuantitativo como cualitativo en la representación de pueblos indígenas del continente.

La selección dibuja un mapa audiovisual que abarca desde comunidades andinas hasta territorios afroindígenas caribeños, con historias contadas en lenguas originarias y desde perspectivas comunitarias. Entre las producciones destacadas figura "Kay Pacha", obra peruana rodada íntegramente en quechua por realizadores cusqueños, que explora ritualmente los ciclos de vida y muerte en los Andes. Desde Brasil, "Curumim Kaingang" de Wellington Oliveira rescata mitos ancestrales mediante una fusión de animación y documental en lengua kaingang.

El cine de resistencia política tiene voz en "Guardiana de los ríos", documental guatemalteco dirigido por Rosalinda Rivera que registra el testimonio de mujeres q'eqchi' frente a proyectos hidroeléctricos en Alta Verapaz. La coproducción colombo-panameña "Semillas negras" recupera los cantos espirituales de mujeres afroindígenas del Caribe, mientras "Tata" del mexicano Alan Rosales sigue a un joven wixárika en su regreso conflictivo a la comunidad tras vivir en la capital.

La sección de cortometrajes incluye piezas como "Ch'ixi" (Bolivia), ficción sobre adolescencia y sincretismo cultural, y "Ñuke" (Chile), que aborda la violencia estatal en territorio mapuche desde la mirada materna. Esta diversidad refleja el compromiso curatorial con nuevas generaciones de cineastas de pueblos mayas, mapuches, quechuas y afrodescendientes.

Más allá de las proyecciones, el festival organiza mesas redondas sobre soberanía narrativa y acceso a medios de producción, además de encuentros entre realizadores del sur global. Estos espacios buscan fortalecer redes de circulación internacional para un cine que enfrenta desafíos dobles: la preservación lingüística y la defensa territorial ante amenazas extractivistas.

Con 35 años de trayectoria, el certamen consolida su papel como altavoz para cinematografías que interpelan al espectador desde la experiencia indígena contemporánea. Como señala su programación, no se trata solo de mostrar realidades, sino de proponer transformaciones a través de narrativas que vinculan creación artística con luchas por derechos colectivos.

Sigue nuestras noticias por Instagram.

Deja tus comentarios

Enviar un comentario como invitado

0

Comentarios