Ramón Campos (Bambú Producciones): "Si una serie nacional no triunfa en España, tampoco lo hará afuera"
- por © Redacción-PRODUCCIONLATINA.com

El guionista y productor gallego Ramón Campos, creador de éxitos como "Velvet", "Las chicas del cable" y "La viuda negra", reflexiona en declaraciones a El Faro de Vifo sobre los cambios en la industria tras la llegada de las plataformas digitales. Con una trayectoria que incluye hitos como producir la primera serie española para Apple TV+ y ganar un Emmy Internacional por "La Promesa", Campos ofrece una visión pragmática del sector.
"La primera diferencia fue el cambio en el tipo de narración", explica Campos sobre la transición de trabajar para cadenas tradicionales a plataformas. "Antes hacíamos series familiares para amplios públicos, con capítulos de hasta 70 minutos. Ahora producimos contenidos más breves y específicos".
El productor destaca ventajas como mayores presupuestos y alcance internacional, pero también menciona desafíos: "Los plazos son más largos. Para 'El caso Asunta' tuve meses de producción, pero debía entregarla cuatro meses antes del estreno para doblajes y marketing".
Contrario a lo que podría pensarse, Campos afirma que no adaptan sus historias para públicos internacionales: "Si una serie no triunfa en España, tampoco lo hará afuera. En 'El caso Asunta' evitamos imágenes típicas de Santiago porque lo importante era la historia".
Este enfoque refleja una paradoja contemporánea: "Acentuar lo local capta interés universal. Los detalles auténticos son lo que hace especial una narración", señala el productor, quien frecuentemente ambienta sus trabajos en Galicia, su tierra natal.
La productora de Campos tiene una particularidad: no acepta proyectos externos. "Todos son creados internamente por nuestros equipos de guionistas", explica. Esta decisión busca evitar acusaciones de plagio y reconocer que "es fácil que a dos personas se les ocurran ideas similares".
Con producciones basadas en casos reales como "Fariña" y "El caso Asunta", Campos aborda los límites éticos: "Siempre informamos a las familias involucradas. En ficción no puedes poner en boca de alguien cosas que no dijo, pero tienes libertades creativas".
El productor detalla sus salvaguardas: "Tenemos tres despachos de abogados que exigen al menos tres fuentes para confirmar lo que contamos. Solo usamos nombres reales cuando son esenciales para la historia".
Campos atribuye el actual éxito del audiovisual gallego a la base formada en Televisión de Galicia en los 90: "Ahí aprendimos a producir, escribir y actuar. Cuando ese impulso decayó, muchos nos fuimos y nos convertimos en productoras fuertes a nivel nacional".
Sin embargo, alerta sobre un problema: "Noto falta de apoyo en TVG (el canal autonómico gallego) para formar nuevas generaciones. Si quieren mantener un buen sector audiovisual, deben dar cancha a los jóvenes. Esto no es un favor, es invertir en industria".
El productor se define como parte de una industria: "Podemos hacer obras de arte, pero esto es un negocio que necesita rentabilidad. El error ha sido creer que somos solo cultura. Sin ganancias, no hay supervivencia".
Campos compara: "¿Imaginas que Ford solo hiciera coches para cuatro ricos? Nosotros debemos crear productos masivos sin perder calidad". Esta filosofía ha guiado su trayectoria, balanceando éxito comercial con reconocimiento crítico.
Mientras prepara nuevos proyectos, el productor gallego sigue defendiendo un modelo que combine autenticidad local con estándares internacionales, siempre consciente de que en la industria audiovisual, como él mismo dice, "lo importante es contar buenas historias".
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"La primera diferencia fue el cambio en el tipo de narración", explica Campos sobre la transición de trabajar para cadenas tradicionales a plataformas. "Antes hacíamos series familiares para amplios públicos, con capítulos de hasta 70 minutos. Ahora producimos contenidos más breves y específicos".
El productor destaca ventajas como mayores presupuestos y alcance internacional, pero también menciona desafíos: "Los plazos son más largos. Para 'El caso Asunta' tuve meses de producción, pero debía entregarla cuatro meses antes del estreno para doblajes y marketing".
Contrario a lo que podría pensarse, Campos afirma que no adaptan sus historias para públicos internacionales: "Si una serie no triunfa en España, tampoco lo hará afuera. En 'El caso Asunta' evitamos imágenes típicas de Santiago porque lo importante era la historia".
Este enfoque refleja una paradoja contemporánea: "Acentuar lo local capta interés universal. Los detalles auténticos son lo que hace especial una narración", señala el productor, quien frecuentemente ambienta sus trabajos en Galicia, su tierra natal.
La productora de Campos tiene una particularidad: no acepta proyectos externos. "Todos son creados internamente por nuestros equipos de guionistas", explica. Esta decisión busca evitar acusaciones de plagio y reconocer que "es fácil que a dos personas se les ocurran ideas similares".
Con producciones basadas en casos reales como "Fariña" y "El caso Asunta", Campos aborda los límites éticos: "Siempre informamos a las familias involucradas. En ficción no puedes poner en boca de alguien cosas que no dijo, pero tienes libertades creativas".
El productor detalla sus salvaguardas: "Tenemos tres despachos de abogados que exigen al menos tres fuentes para confirmar lo que contamos. Solo usamos nombres reales cuando son esenciales para la historia".
Campos atribuye el actual éxito del audiovisual gallego a la base formada en Televisión de Galicia en los 90: "Ahí aprendimos a producir, escribir y actuar. Cuando ese impulso decayó, muchos nos fuimos y nos convertimos en productoras fuertes a nivel nacional".
Sin embargo, alerta sobre un problema: "Noto falta de apoyo en TVG (el canal autonómico gallego) para formar nuevas generaciones. Si quieren mantener un buen sector audiovisual, deben dar cancha a los jóvenes. Esto no es un favor, es invertir en industria".
El productor se define como parte de una industria: "Podemos hacer obras de arte, pero esto es un negocio que necesita rentabilidad. El error ha sido creer que somos solo cultura. Sin ganancias, no hay supervivencia".
Campos compara: "¿Imaginas que Ford solo hiciera coches para cuatro ricos? Nosotros debemos crear productos masivos sin perder calidad". Esta filosofía ha guiado su trayectoria, balanceando éxito comercial con reconocimiento crítico.
Mientras prepara nuevos proyectos, el productor gallego sigue defendiendo un modelo que combine autenticidad local con estándares internacionales, siempre consciente de que en la industria audiovisual, como él mismo dice, "lo importante es contar buenas historias".
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