Producción Latina

El cineasta y reconocido director de casting boliviano Rodrigo Bellot ha elegido el Festival Outfest de Los Angeles, el más reconocido certamen de cine de temática LGTB en Estados Unidos, para lanzar mundialmente "Tu me manques", su película más ambiciosa hasta la fecha, que cuenta en su elenco con el argentino Oscar Martínez y la española Rossy de Palma. La proyección será el 27 de este mes de julio, adelantándose al estreno comercial en Bolivia, que tendrá lugar el 15 de agosto.

Rodada hace dos años entre Nueva York y la ciudad de Santa Cruz, en Bolivia, "Tu me manques" se basa en una obra teatral del propio Bellot."Es la historia de un padre de familia tradicional boliviano, muy machista. El clásico hombre antiguo y cerrado y que encuentra en la laptop de su hijo que tiene una relación homosexual en el exterior", definió tiempo atrás el cineasta boliviano.

"La película aborda el amor desde dos perspectivas sobre la masculinidad, de generaciones, de afecto del padre al hijo y viceversa, amor propio y al prójimo, amor de hombre", añadió Bellot.

Además del astro argentino Oscar Martínez, premiado en la Mostra de Venecia y en los Platino, y la "chica Almodóvar" Rossy de Palma, la película cuenta con los actores bolivianos Fernando Barbosa, José Durán, Quimey del Río, Benjamín Lukovski, Patricia García y Glenda Rodríguez, y algunos actores estadounidenses.

Rodrigo Bellot aclaró que no se trata de una traslación fiel de su obra teatral, la cual destacaba por su contenido multimedia, sino que "inicia donde termina la obra".

Pese a que Rodrigo Bellot dirigió su último largo hace diez años, también en coproducción con Estados Unidos y en inglés, "Perfidia", protagonizado por el chileno Gonzalo Valenzuela, posteriormente dirigió los cortos "Unicornio", "Refugiados" y un segmento de la cinta colectiva "Rojo Amarillo Verde". Ahora, el cruzeño se encuentra enfrascado en un nuevo proyecto, la película de terror "Blood-Red Ox", con la que quiere renovarse después de la reivindicativa "Tu me manques", que reconoció fue muy difícil por tratar asuntos íntimos y dolorosos.

"Trabajar cinco años en la obra, en la película, me agotó emocionalmente; la nueva apuesta me queda como ejercicio para desintoxicarme y ha sido la cosa más linda que hice y más importante para salvarme como autor, para volver a enamorarme del proceso de hacer cine y para volver a jugar, me encontré con mi niño. A veces nos tomamos las cosas muy en serio, sobre todo cuando tocamos temas tan sensibles. Es importante para mi carrera reinventarme como director", comentó a El Deber.

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