El reto del diseño de producción en “Roma” de Alfonso Cuarón
- por © Redacción-PRODUCCIONLATINA.com
El 5 de diciembre llega a Netflix la esperada “Roma”. La nueva cinta de Alfonso Cuarón ha cautivado a los críticos y se espera que haga lo mismo con el público. Después de su periplo en el extranjero, el mexicano vuelve a rodar en su tierra desde aquel lejano 2001 con “Y tu mamá también”. Eugenio Caballero se une a Cuarón en las tareas de diseño de producción. Todo un profesional abalado por títulos internacionales como “Un monstruo viene a verme” o “El laberinto del fauno” por la que obtuvo el Oscar.
El trabajo de Caballero se ha basado en los recuerdos que guardaban tanto él, como el director, de la época en la que se desarrolla la película, principios de los años 70. Cuarón y Caballero vivían a poca distancia el uno del otro. Ambos se sentaron en largas sesiones a hablar de sus recuerdos e intentar evocar aquellos años de infancia, junto a una exhaustiva investigación. El diseñador de producción pudo ver el guion terminado cuando muchos de los sets ya estaban construidos. A pesar del intimismo de la propuesta, “Roma” está realizada con grandes medios y un presupuesto más que generoso. Rodada en 65 mm y con sonido Dolby Atmos, Cuarón quiere ofrecer la mejor experiencia posible para trasladar al espectador sus vivencias. Para ello, el director quería rodar en escenarios naturales en su mayor parte, pero el paso del tiempo ha ido transformando esos enclaves y muchos tuvieron que ser recreados o construidos de cero.
Entre las localizaciones reales que se tuvieron que modificar se encuentra la Calzada Mexico-Tacuba, donde se puede ver la matanza de Corpus Christi, la calle Tepeji donde se modificaron muchas fachadas e incluso para las escenas que fueron rodadas en el exterior de la casa, se decidió rodar en el inmueble frente al que vivió Cuarón en su infancia, transformándolo, ya que para las condiciones técnicas que necesitaban era más provechoso. Donde Caballero y su equipo se afanaron al máximo fue en el propio interior de la casa. Construida con todo lujo de detalles, paredes móviles y toda suerte de trucos que les permitieron rodar sin límites a la hora de colocar la cámara o iluminar a placer. En este caso la fotografía no ha sido realizada por el Chivo Lubezki, sino que ha recaído en Galo Olivares, con resultados que, a priori, parecen sobresalientes, y en el que el blanco y negro tiene tanto protagonismo que algunos objetos de la casa fueron pintados en determinados colores para que lucieran mejor en su paso a la imagen desaturada. Objetos que en su mayoría fueron rescatados de los propios que poseía la familia de Cuarón, como es el caso de casi la totalidad de los muebles que se ven en el interior de la casa. En el caso de la azotea se recurrió a otra localización después de elegir entre 200 enclaves distintos. Se decidieron por crear las ropas tendidas en los distintos edificios mediante efectos digitales, debido al cambio que ha experimentado la ciudad.
Uno de los mayores retos fue la recreación del cruce de las avenidas Insurgentes y Baja California que se construyó en su totalidad en Vallejo y donde se produce una de las escenas más importantes del film. Un enorme set de 200 metros cuadrados con todo lujo de detalles tanto en los edificios como en los automóviles.
Un trabajo titánico que puede juzgar el espectador desde el día 5 de diciembre y que tiene como objetivo volver a conquistar todos los premios posibles en la temporada que ya ha comenzado.
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