OPINIÓN: Responsabilidad en el cine argentino
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19-V-03
El pasado día 7 publicamos un artículo del cineasta Bebe Kamin, directivo de la asociación de directores DAC, y el viernes otro como respuesta al anterior del también realizador Juan José Campanella. La reflexión sobre la independencia y las ayudas públicas al cine argentino llega ahora de la pluma de un tercer cineasta, Rodrigo Moscoso.
Por Rodrigo Moscoso (*)
Leyendo la carta de Bebe Kamin del otro día pensaba que muchas veces es difícil expresar libremente nuestras opiniones y al mismo tiempo ser justos entre nosotros, observar con claridad y sin resentimientos, señalar lo que nos parece mal. La principal impresión que me quedó de ésta es que, quizás por desconocimiento de códigos asentados, no sabía a quién se refería cuando hablaba, por ejemplo, de "opinadores, oportunistas y directores con fobias por los temas gremiales". Hablamos por teléfono, le comenté lo que me parecía y Bebe terminó de aclararme sus intenciones al redactar ese texto.
Más allá de que podamos coincidir o no en algunos puntos, o que, por mi poca experiencia en el medio cinematográfico, desconozca la existencia de disputas e internas establecidas, las razones de las mismas y hasta sus protagonistas, está claro que estamos por lo mismo: la búsqueda de un cine argentino próspero, rico en propuestas y pluralista. Todos debemos estarlo.
Como integrante activo del PCI (Proyecto Cine Independiente) me veo en la obligación de hablar no por si no de la asociación a la que pertenezco y de sus (mis) intenciones, de su razón de ser, a manera de presentación en sociedad. En principio esta es una asociación de directores y productores con muchos integrantes y con muchas formas de ver el cine. Nuestra principal intención es la de defender un modo de hacer cine, esto tiene que ver tanto con un "orden de producción" (como dice Kamin) independiente, como con un compromiso de búsqueda estética y/o temática arriesgada. El cine es una industria y un arte, no una industria ó un arte, ésta no es una dicotomía posible, son cosas que no pueden oponerse porque pertenecen a categorías diferentes. La mayoría de los directores que pertenecemos al PCI llegamos a nuestras primeras películas de manera particular e improvisada, inocentes en temas referidos a la producción, algunas veces habiendo fracasado al buscar apoyos y otras directamente sin haberlo buscado, pero en todos los casos apostando todo a que teníamos algo que decir. No estamos en defensa de un cine que funcione de esa manera y fuera de marcos industriales, no queremos oponer Arte a Industria y nuestra actitud es puramente constructiva. De manera industrial es que queremos trabajar, simplemente porque sin una industria que produzca, distribuya y exhiba no es posible seguir produciendo, distribuyendo y exhibiendo.
Estamos de acuerdo con la idea de que el cine argentino sólo es posible, salvo en casos muy particulares, con el apoyo del estado. Debemos entre todos lograr que las políticas de fomento del INCAA lleguen a ser lo más justas posible. A nosotros nos toca representar a un sector de la cinematografía nacional, y no por eso creemos que cualquier otro "orden de producción" no sea respetable o no deba acceder al apoyo del Estado. Debemos todos bregar por políticas justas para todos, jurados criteriosos y absoluta transparencia y claridad en cada uno de los pasos por los que atraviesa un proyecto cinematográfico. Como dice Bebe debemos ser "responsables", esa creo que es la palabra clave.
Con el PCI organizamos tres mesas redondas durante el último BAFICI donde se pudieron discutir temas importantes como las políticas de fomento, distribución y exhibición y la identidad del Cine Argentino. Esto es sólo el comienzo de una serie de encuentros programados, improvisados, públicos o privados que pueden darse. Personalmente invito a la confluencia de ideas y al encuentro de opiniones. Invito a asociaciones legalizadas, no legalizadas, en vías de legalización, a protagonistas de la industria, a directores marginales, consagrados, desconocidos, cortometrajistas, funcionarios, productores de todos los tipos, etc. Debemos dialogar y no perder de vista el horizonte común. Personalmente creo que nuestro cine tiene que madurar en muchos aspectos y esto sólo se logrará con los años: filmando, filmando y filmando.
(*): Rodrigo Moscoso es director de "Modelo 73" y miembro de Proyecto Cine Independiente.
El pasado día 7 publicamos un artículo del cineasta Bebe Kamin, directivo de la asociación de directores DAC, y el viernes otro como respuesta al anterior del también realizador Juan José Campanella. La reflexión sobre la independencia y las ayudas públicas al cine argentino llega ahora de la pluma de un tercer cineasta, Rodrigo Moscoso.
Por Rodrigo Moscoso (*)
Leyendo la carta de Bebe Kamin del otro día pensaba que muchas veces es difícil expresar libremente nuestras opiniones y al mismo tiempo ser justos entre nosotros, observar con claridad y sin resentimientos, señalar lo que nos parece mal. La principal impresión que me quedó de ésta es que, quizás por desconocimiento de códigos asentados, no sabía a quién se refería cuando hablaba, por ejemplo, de "opinadores, oportunistas y directores con fobias por los temas gremiales". Hablamos por teléfono, le comenté lo que me parecía y Bebe terminó de aclararme sus intenciones al redactar ese texto.
Más allá de que podamos coincidir o no en algunos puntos, o que, por mi poca experiencia en el medio cinematográfico, desconozca la existencia de disputas e internas establecidas, las razones de las mismas y hasta sus protagonistas, está claro que estamos por lo mismo: la búsqueda de un cine argentino próspero, rico en propuestas y pluralista. Todos debemos estarlo.
Como integrante activo del PCI (Proyecto Cine Independiente) me veo en la obligación de hablar no por si no de la asociación a la que pertenezco y de sus (mis) intenciones, de su razón de ser, a manera de presentación en sociedad. En principio esta es una asociación de directores y productores con muchos integrantes y con muchas formas de ver el cine. Nuestra principal intención es la de defender un modo de hacer cine, esto tiene que ver tanto con un "orden de producción" (como dice Kamin) independiente, como con un compromiso de búsqueda estética y/o temática arriesgada. El cine es una industria y un arte, no una industria ó un arte, ésta no es una dicotomía posible, son cosas que no pueden oponerse porque pertenecen a categorías diferentes. La mayoría de los directores que pertenecemos al PCI llegamos a nuestras primeras películas de manera particular e improvisada, inocentes en temas referidos a la producción, algunas veces habiendo fracasado al buscar apoyos y otras directamente sin haberlo buscado, pero en todos los casos apostando todo a que teníamos algo que decir. No estamos en defensa de un cine que funcione de esa manera y fuera de marcos industriales, no queremos oponer Arte a Industria y nuestra actitud es puramente constructiva. De manera industrial es que queremos trabajar, simplemente porque sin una industria que produzca, distribuya y exhiba no es posible seguir produciendo, distribuyendo y exhibiendo.
Estamos de acuerdo con la idea de que el cine argentino sólo es posible, salvo en casos muy particulares, con el apoyo del estado. Debemos entre todos lograr que las políticas de fomento del INCAA lleguen a ser lo más justas posible. A nosotros nos toca representar a un sector de la cinematografía nacional, y no por eso creemos que cualquier otro "orden de producción" no sea respetable o no deba acceder al apoyo del Estado. Debemos todos bregar por políticas justas para todos, jurados criteriosos y absoluta transparencia y claridad en cada uno de los pasos por los que atraviesa un proyecto cinematográfico. Como dice Bebe debemos ser "responsables", esa creo que es la palabra clave.
Con el PCI organizamos tres mesas redondas durante el último BAFICI donde se pudieron discutir temas importantes como las políticas de fomento, distribución y exhibición y la identidad del Cine Argentino. Esto es sólo el comienzo de una serie de encuentros programados, improvisados, públicos o privados que pueden darse. Personalmente invito a la confluencia de ideas y al encuentro de opiniones. Invito a asociaciones legalizadas, no legalizadas, en vías de legalización, a protagonistas de la industria, a directores marginales, consagrados, desconocidos, cortometrajistas, funcionarios, productores de todos los tipos, etc. Debemos dialogar y no perder de vista el horizonte común. Personalmente creo que nuestro cine tiene que madurar en muchos aspectos y esto sólo se logrará con los años: filmando, filmando y filmando.
(*): Rodrigo Moscoso es director de "Modelo 73" y miembro de Proyecto Cine Independiente.
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