Manuel H. Martín: "La gente de la cultura tenemos que funcionar de manera diferente, más cooperativa y no tan competitiva"

por © Mireia Quintana-PRODUCCIONLATINA.com
Manuel H. Martín
Manuel H. Martin cumple su tercer año al frente del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Centrado en crear un nuevo modelo de festival, trabaja por fortalecer los lazos con el público y los profesionales, procurando, además, realzar el cine iberoamericano. Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, con numerosos trabajos como director y productor, siente pasión por el cine desde niño y ha visto reconocida su carrera con premios como el de Andalucía Joven de Medios de Comunicación en 2012. En una entrevista en exclusiva con PRODUCCIONLATINA.com, nos habla de su línea de trabajo, que se centra en el acercamiento del público y en mejorar la calidad artística y el prestigio del certamen andaluz.

- Este es su tercer año al frente del festival y, si nos atenemos a las cifras crecientes, el balance ha sido positivo, ¿cuál es el secreto del éxito de un evento de esta magnitud?
Bueno, no sé si hablar de éxito. Yo creo que mi línea de trabajo es bastante sencilla, que no simple. Se trata de hacer un trabajo muy de equipo en el que todos los miembros se sientan parte del festival y que también los medios de comunicación, las instituciones y el público se hagan piña. Que sea como cuando diriges un proyecto, que la dirección no se note, y que el festival parezca que sale solo. Luego hay mucho trabajo detrás como el que hacemos en Cannes, o en Berlín, no sólo viendo películas, sino hablando con distribuidores, productores, teniendo encuentros profesionales con gente de todo el abanico de posibilidades que hay y, sobre todo, cerrando cosas. Más que el éxito, lo fundamental es hacer un festival con un concepto muy sostenible y muy acorde a la ciudad donde se hace, es un poco lo que yo he intentado. Soy de Huelva y, aunque llevo mucho tiempo viviendo fuera, he vuelto a mi ciudad natal y eso para mí es un orgullo. Creo que estamos haciendo un festival muy acorde y espero que en el futuro, si continúo al frente, tengamos un crecimiento sostenible, siempre con el concepto sostenible.

- ¿Cómo eligen las películas que participan en un festival como el de Huelva? ¿Qué criterios siguen?
Buscamos películas que tengan gran calidad artística, pero que por otro lado sean películas para público, con personalidad, con identidad iberoamericana y que lleguen a los espectadores. Lo importante es que tengan mucha calidad artística pero que, industrialmente, estén bien hechas, bien producidas y, sobre todo, que tengan ese contacto con el público. Afortunadamente, hoy hay mucho cine iberoamericano y muy variado y además, hay películas para todos los festivales.

- La conexión entre el cine iberoamericano, los profesionales de la industria audiovisual y los espectadores otorgan al festival personalidad propia, ¿cómo se consigue perfilar esto? ¿Cómo se logra dar al festival esa personalidad?
Hay una cosa básica y muy necesaria, la empatía. Vengo de dirigir proyectos y siempre procuro acercar al espectador lo máximo posible a la historia, meterlo dentro. Y lo intento, no solo desde mi persona como profesional, sino también desde el equipo, tratando de que sea un festival con las puertas abiertas para que la gente se acerque. Estamos contentos porque hemos superado los 30 000 espectadores, para una ciudad que está en torno a los 145 000 – 150 000 habitantes, no está nada mal. Es uno de los eventos culturales más importantes de Huelva y, por supuesto, de Andalucía. Tiene mucha influencia en Latinoamérica y, además, hay gente que conoce la región y la ciudad precisamente por el festival y eso a nivel de promoción turística es muy interesante. También buscamos alguna propuesta más arriesgada para que haya un abanico diferente de visiones y miradas, que las películas no sean siempre del mismo tipo. Intentamos incentivar mucho al espectador con bonos y haciendo campaña de promoción en los medios de comunicación clásicos o en redes sociales para que se conozca la programación. El año pasado con alguna película llenamos casi 1300 butacas con dos pases. No programar demasiado sino lo suficiente y de buena calidad e intentar que el público se quede con ganas de más, es otra de las características de nuestra línea de programación. Yo antes que director de cualquier formato, sea del festival o de cine, soy espectador, y lo que más me gusta la semana del festival es acercarme a la sala sin acreditación, algunos no me reconocen y me encanta, hablo con ellos, les tanteo y luego me identifico. Es una forma de tomar el pulso al festival, nos interesa que haya críticas constructivas para poder mejorar y aprender todos los años.

- Para la 44 edición del festival se ha creado una sección que se centra en la comedia iberoamericana y que estará fuera de concurso. ¿Cree que ese género está infravalorado en los festivales de cine?
Sí, lo reconozco, la comedia es un género que cuando diriges un festival tienes que programar viendo la necesidad del público. Las comedias han funcionado muy bien. Puede no ser mi género preferido pero creo que hay buenas comedias, de mucha calidad, no solo artística, sino técnica, actoral y con un contenido interesante y bueno. Tenemos grandes ejemplos en la historia del cine, no solo norteamericano o español. Puedo citar a Berlanga, por ejemplo. El contenido que tienen las comedias de Berlanga es estupendo, a día de hoy son muy actuales. El año pasado tuvimos una con Carmen Maura que funcionó muy bien, lo que nos dio pie a pensar en la posibilidad de darle un sitio a la comedia en un festival como el de Huelva en el que tenemos un público tan entregado y, ¿por qué no?, mostrar que en un festival también hay momentos para la risa, para dar paso a las emociones. Igual que tenemos drama, suspense o intriga, ¿por qué no divertirse en el cine?

- Huelva es el primer festival español dedicado al cine iberoamericano. Aparte de la competencia actual de otros certámenes nacionales especializados o con secciones paralelas dedicadas a lo latinoamericano, en su misma Andalucía, Málaga lleva dos años convertido también en práctica en festival iberoamericano. Ellos tienen más dinero que Huelva. ¿Hay forma de mantener un liderazgo en estas condiciones de competencia?
Cuando un festival tiene diferente presupuesto a los otros, entrar en competencia es complejo. A mí me gusta el concepto de industria cultural y me siento orgulloso de ser parte de ella. Afortunadamente, tengo muy buena relación con todos los directores de otros festivales, muy buena y muy cercana. A día de hoy, colaboramos y nos ayudamos, y eso es lo interesante. Tuve muchas reuniones en Cannes, hablando de cine, obviamente iberoamericano, y todos decimos lo mismo, que hay tal cantidad de películas buenas que hay para todos. Nosotros necesitamos 10 u 11 películas para competición. ¿No hay 11 películas para nosotros que no hayan programado otros? Creo que con esa palabra que usamos todos ahora y que yo siento de verdad, de corazón, que es la sinergia con otros festivales, se suma mucho más. Tiene que haber un concepto de hermanamiento, no solo con los certámenes internacionales, sino también con los nacionales y con gente tan estupenda de la que aprender como José Luis Revordinos, como Juan Antonio Vigar… creo que estamos más en esa línea. Y no es una respuesta políticamente correcta, es que lo siento de corazón. Hay un feeling y creo que es interesante que lo haya porque es bueno para todos y, sobre todo, es bueno para las obras y para el cine. La gente de la cultura tenemos que funcionar de manera diferente, más cooperativa y no tan competitiva. Al final, si le va bien a una película en un festival, nos va bien a todos.

- Ustedes combinan estrenos absolutos con algún título ya visto en San Sebastián. ¿Por qué consideran interesante repetir algunas de esas películas?
Normalmente son pocas. Tenemos estrenos incluso mundiales. Pero lo consideramos interesante, primero, porque los públicos son diferentes. Segundo, porque las películas competitivas, obviamente no pueden haber tenido estreno comercial, distribución comercial en cine. Eso es a rajatabla. Y si las películas son de producción española, pedimos que sean exclusivas en Huelva, eso es lógico para la Sección Oficial. Luego tenemos otra que es “Talento andaluz”, que está funcionando bien. Creo que es importante porque al final tienes que buscar la programación más interesante para el público y, hoy día, con las plataformas, hay que encontrar la ventana y el formato para llegar más a él. Si te limitas, al final se va a resentir tu público. Hay que intentar buscar lo mejor y si hay dos o tres películas que han estado en San Sebastián o en Seminci, ¿por qué no? Aunque, obviamente, valoramos más positivamente aquellas de las que tenemos estrenos. Nos parece que al festival de Huelva, con el presupuesto y el modelo que tiene, le es interesante sumar con grandes películas aunque hayan estado en otros festivales, por supuesto buscando primicias.

- Su presupuesto se ha reducido drásticamente en los últimos años por la crisis y por un déficit estructural que arrastra de gestiones anteriores…
Sí, a mí me ha tocado lidiar con la época un poco más ajustada de fondos, pero, con los presupuestos más bajos también es cierto que hemos conseguido el festival más taquillero. Estos son resultados, son datos. También hemos conseguido estar nominados a un premio internacional al mejor festival iberoamericano no musical que realiza una organización internacional, junto con Almagro y Sitges, festivales que tienen el doble o el triple de presupuesto que nosotros, y, además, es una selección que ha hecho un jurado internacional, con lo cual, algo de estos últimos años estaremos haciendo bien para que se nos ponga otra vez en el candelero y se esté considerando al Festival de Huelva. No hay que pensar en pasado, hay que pensar en presente y en el futuro. Yo termino mi contrato en marzo del año que viene y para mí el futuro es esta edición. Cuando la terminemos ya veremos qué pasa y, sobre todo, hay que pensar en este año, en hacerlo muy bien, porque el equipo y el público se lo merecen.

- ¿En qué se notaría un mayor presupuesto?
Sobre todo en que traeríamos a más figuras internacionales, tener  más protagonistas del cine. Con los fondos reducidos, hay que pensar mucho en los detalles, organización,  programación, jurado. Nosotros suplimos el presupuesto modesto con cariño, ponemos muchísimo cariño. Intentamos que todo el mundo se sienta en casa y quiera volver. Para mí es un concepto como la película de Almodóvar y como el bolero de Gardel, porque yo creo que eso es lo que hace al festival único, que la gente quiera volver, que piensen: “me quieren en Huelva, me siento bien”. Somos pocos, pero el equipo intenta siempre que la gente se sienta arropada. Además, el público en Huelva tiene una costumbre muy sana y es que se acerca a los directores cuando salen, les dan la mano, dos besos y comentan con ellos sus impresiones de la película. Al final es eso, yo creo que en Huelva la estrategia, básicamente, es dar cariño y mucha cercanía a la gente, a cualquiera, a los profesionales y al público.

- Durante el Festival de Cannes de 2017 firmó un convenio de colaboración con el director del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, Iván Trujillo, para la promoción de los ganadores de “Talento Andaluz” y el Premio Mezcal. ¿Diría que esta iniciativa para promover el intercambio cultural ha dado ya sus frutos? ¿Se han podido ver ya resultados?
Sí, no solo porque tenemos una estupenda relación con el Festival de Guadalajara, es más, estamos muy agradecidos de que Iván Trujillo y su equipo nos hayan acogido y  arropado. Este año he tenido la suerte de poder viajar a Guadalajara y conocer el festival, una experiencia estupenda y, sobre todo, porque se promueve que una película de allí venga a nuestra sección y una película de la región, de “Talento Andaluz”, vaya a México. Es un dato objetivo, el intercambio cultural se produce porque llegamos a ese acuerdo. Lo importante es que hagas lo que hagas se vea con resultados prácticos y reales. Este año renovamos el convenio en Guadalajara con Iván Trujillo, su director, y en Cannes firmamos un convenio con República Dominicana como país invitado para la próxima edición, para que tengan la máxima promoción ambos, tanto el Festival de Huelva como la cinematografía dominicana, que está muy pujante y creo que dentro de unos años va a dar mucho que hablar. Es una industria que crece de forma muy interesante y hacen muy buena promoción. Tienen un concepto muy similar a Huelva, la cercanía. Al final es como formar parte de un mismo equipo.

- ¿Cuál es el reto más inmediato que se ha propuesto lograr en esta 44 edición?
Plantear el festival de cara al futuro. Cuando termine esta edición debemos sentarnos, sobre todo con las instituciones y analizar qué queremos para mañana. Porque no es mi festival, yo soy solo el director. El festival es, sobre todo del público, del equipo y de las instituciones. He dirigido y gestionado de la mejor forma que he podido estos dos años y medio, y espero que esta edición salga muy bien y que el año que viene podamos hablar de futuro. Es un proyecto bonito, a pesar de las dificultades y esfuerzos, compensa mucho a nivel emocional, sobre todo si eres una persona emocional, si te interesan los proyectos más por lo que te vas a llevar de experiencia personal y profesional que por un tema puramente de gestión o económico. Me emociona mucho estar en la semana del festival, cuando después del esfuerzo del equipo durante todo el año, salen las cosas. Y me encanta que la gente se acerque y que me dé un abrazo una señora y me diga: “me gusta mucho la programación, ha mejorado mucho”. Porque al final somos humanos y, como tales, lo que queremos es que las cosas salgan bien, que nuestro trabajo esté bien hecho y que se quede. Es lo único que me interesa, que cuando me vaya lo haga satisfecho, aunque sea con pena, sabiendo que son proyectos que tienen principio y final. Me encantaría la renovación, pero es algo que prefiero analizar y comentar cuando se termine esta edición, que veamos el fin del festival y que se analice a nivel institucional. Yo me hago mucha autocrítica, siempre busco mucha exigencia a nivel profesional.

- ¿Piensa que las instituciones hacen lo suficiente para apoyar el cine?
La cultura en general es compleja y necesita más apoyo. Los profesionales tenemos que mostrar a las instituciones que la cultura es, posiblemente, el bien que se produce por la industria española que mejor viaja, que tiene más larga trayectoria y que si se hace una comparativa entre lo que se invierte y lo que genera, salimos ganando. Estoy orgulloso como español de que una película española inaugurara este año el festival de Cannes y también de que Pedro Almodóvar haya presidido el jurado en otra edición. Me encanta que haya películas de Jaime Rosales, ver en el photocall el plantel tan estupendo de actores españoles como Javier Bardem, Penélope Cruz, Barbara Lennie, Eduard Fernández… Sinceramente, me emociona, porque es una marca España estupenda. A las instituciones hay que llevarles un mensaje positivo, es decir, si con presupuestos modestos salen bien las cosas, ¿qué haríamos con más presupuesto? La gente del cine y de la cultura en general estamos acostumbrados a trabajar con mucha imaginación. Cuando, además, cuentas con poco presupuesto, tienes que usarla mucho. Ver lo que le pasó el año pasado a “Verano 1993” es estupendo, que “Juego de Tronos” se haya rodado en España es muy interesante, porque deja dinero a muchos profesionales de aquí, además del turismo que genera. Nosotros, como espectadores y consumidores de género cultural, tenemos que promocionar y consumir mucho español. Yo no solo consumo mucho cine español e iberoamericano, sino también literatura, comic y música española, que los tenemos muy buenos, porque ha habido un avance técnico y artístico brutal, y, desde Buñuel a Berlanga, han pasado gran cantidad de creadores. Debemos estar orgullosos de ellos, pensar que tenemos muchos Velázquez y Picasso en cine, literatura, cómic, y promocionar nuestra cultura desde la educación. Apostar por ella educando a los espectadores para que la gente vaya al cine pagando por su entrada y que también consuma literatura, comprando un libro podría mejorar todo. Sería estupendo. También se ve en las series habladas en español, producidas y dirigidas en España. ¿Cuántas están viajando fuera y teniendo éxito? “La casa de papel”, por ejemplo, ha arrasado por ahí. El personaje de Alba Flores, una estupenda actriz y muy española, se ha convertido en mítico. Tengo amigos en Brasil a los que les encanta su personaje. Si funcionamos muy bien, nos respetan y nos quieren fuera, imaginaos qué podríamos hacer con más presupuesto, y esta es una cuestión que deberían responder desde las instituciones.

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