Yvette Marichal: “En República Dominicana queremos fortalecer la industria cinematográfica y damos bienvenida a todo el que quiera”

por © Mireia Quintana-PRODUCCIONLATINA.com
Yvette Marichal
Yvette Marichal, Directora General de la DGCINE de la República Dominicana, no ha escatimado esfuerzos para fomentar la industria cinematográfica del país. Desde su nombramiento en 2014, el crecimiento del sector ha sido muy significativo, así como la proyección internacional que ha logrado del cine dominicano. La institución que dirige organizó el 2º Congreso Nacional de Cine los pasados días 5 y 6 de julio, un evento en el que se anunciaba la próxima celebración del primer Festival de Cine Dominicano, entre el 22 y el 29 de noviembre. En esta entrevista exclusiva con PRODUCCIONLATINA.com, la directora nos habla de los retos que afronta una industria cada vez más profesional, de la variedad de localizaciones de su país, de incentivos fiscales y de sus infraestructuras, preparadas para albergar grandes producciones.

- La Dirección General de Cine de la República Dominicana acaba de celebrar la segunda edición del Congreso Nacional de Cine, ¿por qué una segunda edición? ¿Cómo respondió la industria del cine, los profesionales y la sociedad en general a la primera? ¿Tuvo buena acogida?
Fue una gran sorpresa. Realmente esperábamos contar a lo largo de dos días quizás con 400 o 600 personas pero se dieron cita 1 600. Y no que repitieron, sino que fueron 1 600 personas desde miembros de la industria, inversionistas de la parte económica de nuestro país, la parte gubernamental y, sobre todo, los estudiantes de cine, porque cuando surge la ley, en el 2011, solo una universidad ofrecía la Licenciatura en Cine y ahora son siete. Entonces, poder encontrarse por primera vez los que sueñan con formar parte de la industria algún día con aquellos que llevan toda la vida trabajando en ella fue hermosísimo, un encuentro que verdaderamente superó nuestras expectativas. Previamente, habíamos considerado celebrar el Congreso Nacional de Cine, dirigido a los nacionales, cada dos años, y en el año intermedio celebrar encuentros con los países iberos del Caribe, Cuba y Puerto Rico, para después ir ampliando a Centro América y terminar en Portugal y España. Pero al ver el éxito del año pasado nos dimos cuenta de la necesidad de que todo lo nacional se conjugara y por eso decidimos repetir y que fuera nacional una nueva vez, porque se quedaron muchas cosas pendientes por hablar y por conversar. Entonces hemos repetido, variando los paneles y lo conversatorio, pero siempre en miras de lo que somos nosotros como industria, tanto dentro del país como en el exterior.

- ¿De qué forma esta iniciativa logra fomentar la producción audiovisual en su país?
En el Congreso se descubren nuevos talentos. El primer día hacemos el desayuno anual de la DGCINE, que se viene desarrollando a través de los años, antes del Congreso. En él lo que hacemos es un encuentro entre Gobierno, inversionistas y productores, donde elegimos a varios de los ganadores de nuestro concurso FONPROCINE y permitimos que hagan pitch. El año pasado fueron cuatro los elegidos y “Miriam miente”, que estuvo en Cannes, fue uno de los que se le permitió el pitch. Otro fue “Candela”, que también estuvo en Cannes, en La Fabrique. Ahí se ve cómo se les abren puertas. Hacen un maridaje director, productor, y guionista, y es un bonito encuentro, precisamente para que los que no se conocen, tengan una voz.

- ¿Son importantes los eventos como el Festival de Cannes a la hora de dar a conocer su cine internacionalmente?
Cannes es el Festival más importante del mundo y, aunque la dinámica es muy diferente a lo que encontramos en Sundance o en la Berlinale, por ejemplo, por hablar de los grandes, tenemos la obligación de estar allí y los jóvenes cineastas se han dado cuenta de la importancia. José María Cabral firmó con Media Luna para su próximo proyecto y Dilia Pacheco va a dirigir una película en Rumanía por haber estado allí. Se conocieron allí y concretaron, incluso Variety sacó reportajes sobre ambos. Es una plataforma que no se puede desperdiciar. Nuestra comitiva en Cannes la compusimos 44 personas y todos ellos se fueron con las manos llenas.

- El problema de la distribución de los productos audiovisuales es un freno a la expansión internacional del mercado dominicano, ¿cómo afecta?
Claro. Volviendo al Congreso, este es uno de los aspectos esenciales del que no podemos prescindir, este año tenemos como invitados panelistas a Ida Martins de Media Luna, a Antonio Saura de Latido Films e incluso un distribuidor de películas cristianas. En el Congreso ponemos mucho énfasis en la cuestión del acceso a la distribución internacional, que es uno de los factores que necesitamos trabajar para que nuestra industria cinematográfica siga creciendo y pueda estar presente en otros mercados. Es el tema que nunca se puede quedar fuera porque ese es el punto que todavía estamos conquistando.

- Encontrar inversores es la gran dificultad para el desarrollo de los proyectos, ¿existe alguna iniciativa institucional que facilite el contacto de los creadores de proyectos audiovisuales con los posibles financiadores?
Realmente no porque en mi país no es difícil. Desde el momento en que se crea la Ley y la Dirección General de Cine, los legisladores y el presidente de turno que crearon nuestra Ley de Incentivos fueron muy sabios. En vez de que el dinero lo diese el Gobierno directamente, lo que hicieron fue involucrar al empresariado dominicano. El empresariado puede invertir el 25% de lo que paga de impuestos al año y al final, cuando ya le toca pagar impuestos, recibe un crédito fiscal por el 100% de lo invertido. Es ideal y por eso hemos dado el brinco de dos películas antes de la Ley, 20 de media cuando ya surge la Ley, a 34 películas nacionales rodadas en el 2017. Sin ese apoyo de las grandes empresas dominicanas nos hubiese sido imposible porque es muy difícil que un gobierno suelte el dinero. Contamos con grandes empresas como Claro, de México, que acaba de invertir más de 10 millones de dólares en la cinematografía nacional y lo mismo invirtió Ambev, que es dueña de la cervecería más grande en mi país. Ahí ya tenemos 20 millones de dólares, sin contar con todas las otras empresas que se sumaron, pero lo menciono porque al ser multinacionales, tienen más visibilidad. Ellos creen en nuestra industria y la están apoyando año tras año, desde chiquititos hasta muy grandes.

- Se está avanzando mucho en este terreno pero, ¿qué más se podría hacer para que el cine dominicano se internacionalice?
Se da el fenómeno de que República Dominicana, un país de 10 millones de habitantes, es el número uno de toda Iberoamérica en cuota de pantalla de cine propio. En otras palabras, el dominicano lo que más hace, culturalmente hablando, es ir al cine y cuando va al cine lo que más apoya son las películas nacionales, por encima de los blockbusters. Las películas dominicanas siempre están en primer y segundo lugar y otras como por ejemplo “Fast and Furious” en tercero. Eso es cine comercial, un cine muy de nosotros, que quizás usted lo vea y diga no entiendo nada o qué idioma están hablando, porque es muy nuestro. El cine independiente o de autor tiene que convivir con el comercial para que esto sea rentable. El comercial siempre lo tuvimos, pero la Ley ha dado la posibilidad de que el cine independiente o de autor tenga voz dentro de la industria. Al finalizar 2017 realizamos un análisis y nos dimos cuenta de que se hicieron más dramas que comedias, lo que pasa es que las comedias son las que más ruido hacen porque llevan más personas a las salas. En ese sentido, hay que seguir fortaleciendo y seguir contando con la voluntad gubernamental, como actualmente, aunque eso va a depender del presidente de turno. Gracias a Dios, desde que se instaura la Ley, hasta esta fecha, hemos tenido dos presidentes y ambos han apoyado el cine. Sin esa Ley de Incentivos es muy difícil. A pesar de que nos ha ido muy bien, todavía no estamos listos para no tener ese beneficio. Entonces, ¿qué hace que nuestras películas se den a conocer a nivel internacional? El año pasado por primera vez estuvimos en el Festival de Locarno y ganamos. Ganó una película dominicana llamada “Cocote”, que de otra manera ni siquiera se hubiera visto. Ese chico que ganó en Locarno ha seguido ganando premios a lo largo del año. Locarno es en agosto, pero él siguió ganando premios alrededor del mundo y hubo un sábado de noviembre que ganó cuatro premios internacionales, dos en Argentina, uno en Brasil y uno en Portugal, el mismo día. Además, el pasado mes de abril recibió, con la misma película, otro galardón en Estambul. Nosotros nunca habíamos ido a Turquía y mucho menos al Festival de Cine de Estambul. Se van abriendo puertas, ya hay un referente y la gente escucha hablar de Dominican Films, que antes no existía. Antes yo tenía que salir a reunirme y a pedir reuniones, ya no me muevo de acá porque llegan solas y llegan las grandes empresas. Sony quiere instalarse en mi país y hacer seis películas, tres nacionales y tres internacionales. Lionsgate, a través de Pantelion Films, va a realizar dos películas al año en República Dominicana. Estamos en un momento que debemos que cuidar. Es lo que siempre le digo a todos, cuiden esta Ley y cuiden este momento porque es histórico y muy hermoso lo que estamos viviendo, pero, si no lo cuidamos, desaparece.

- Uno de los objetivos de la Ley del Cine es fomentar, a través de la educación pública, la preparación de profesionales del mundo audiovisual mediante el apoyo institucional, ¿ha habido un incremento de alumnos interesados en esta disciplina?
Es increíble, no tengo el dato exacto pero, como dije antes, era una sola universidad, la estatal, la que desde muchos años atrás ofrecía la Licenciatura en Cinematografía y de repente son siete. Todas están en la ciudad menos una, que está en un resort de República Dominicana, asociada con Parsons School of Design de Nueva York, y es una joya estudiar allí. La escuela está en una villa italiana del siglo XV construida en República Dominicana por Charles Bluhdorn, que era el presidente de Gulf and Western, dueño de Paramount Pictures en los años 70. Por este señor se rodó “El Padrino II” en mi país. Era el presidente de Paramount Pictures, su casa estaba en República Dominicana y su sueño era que hubiera una industria cinematográfica. Murió hace varios años pero su hija sigue su legado y ella es la que lo maneja. Es una belleza ese lugar.

- Las peculiares características de República Dominicana, sus características paisajísticas, atraen también rodajes extranjeros, ¿cuál es el impacto económico sobre el país cuando se realiza un trabajo cinematográfico o televisivo? ¿Sería sólo a corto o a largo plazo también?
En el 2016 llega a nuestro país a través de Paramount Pictures, “xXx: Return of Xander Cage”, con Vin Diesel y al mismo tiempo una película de Netflix llamada “True Memoirs of an International Assassin”, con Kevin James y Andy García protagonizando. Estas dos cintas, además de todos los reality shows que se hacen, lograron que la inversión extranjera ese año fuera de más de 50 millones de dólares. Ese fue nuestro mejor año. En 2017 tuvimos una película de Sony Pictures y varios días de rodaje de la segunda cinta de Barry Jenkins, el que ganó el Oscar con “Moonlight”. Su productor es Brad Pitt con Plan B y vinieron a rodar a nuestro país varios días. También se hacen muchos reality shows. Hace cinco años nos llegó, a través de Endemol, “Survivor Turquía”. Un año después se fueron a Panamá y para la siguiente edición regresaron a Dominicana, pero esta vez trajeron a Turquía y Grecia. Ya el año pasado era Turquía, Grecia, Brasil, México, Venezuela y este año se suma Alemania. Esos profesionales están viviendo en mi país, solo se van en diciembre a disfrutar las navidades. Son 90 turcos y 60 argentinos que viven en una zona playera en el norte de la República Dominicana, llamada Las Terrenas. Están consumiendo nuestra comida, viviendo en nuestros hoteles, usando nuestros taxis, todo. El año pasado los turcos se incomodaron por algo y yo les dije a los trabajadores que se van a ir al sur, pero los del norte no querían y decidieron adaptarse a lo que los turcos necesitaban porque si lo perdían, era horrible. Ellos viven del turismo, pero después de este progreso viven también del cine, lo que nunca soñaron. Además, estos profesionales están el año entero porque hacen seis realities, uno detrás del otro. Toman un descanso de varias semanas, se van a sus países y regresan, o sea que ya son dominicanos. Hasta el punto de que tuvimos que ir al Ministerio de Inmigración y explicar el caso, diciendo que había que dar un trato especial en esta situación, ellos están aquí trabajando y eso no tiene precio; usando nuestros técnicos, y dándole trabajo a nuestros locales. Volviendo a lo de formación, la DGCINE también tiene un presupuesto para formación y en esa zona, como ya vimos que están el año entero, estamos capacitando a personas para que puedan trabajar con ellos. Así que hay chicos que iban a ser pescadores y de repente son parte de la industria cinematográfica, eso es muy importante. En nuestra página web se puede ver todo lo que hacemos.

- Actualmente, tanto Puerto Rico como Colombia, en la misma región, tienen también incentivos importantes para atraer rodajes, tanto nacionales como foráneos, ¿qué les diría usted a los productores para que prefieran filmar en República Dominicana?
Salió un reportaje en Variety donde un productor dominicano, el vicepresidente de Pinewood Dominicana, dijo: “You´d be crazy not to come here”. Yo quiero usar esas palabras. Cuando lo vi le escribí y me dijo: “pero es que es en serio, serían locos si no vienen”. Me encantó eso. Están locos si no vienen a República Dominicana. Es un país muy céntrico, somos el ombligo del mundo. Por ejemplo, yo llego más rápido a España que a Argentina. Nos toma el mismo tiempo llegar a Los Ángeles que llegar a España y a Francia. Tenemos 8 aeropuertos internacionales con vuelos diarios a Estados Unidos y a Europa. También disponemos de un transporte terrestre con buenas avenidas, calles y autopistas. Además, contamos con todos los ecosistemas, tenemos desierto y montaña. La República Dominicana posee las montañas más altas del Caribe, más que Cuba. Mi país es verdaderamente hermoso, todo el mundo habla inglés, somos un país seguro, hay estabilidad en todos los sentidos y creo que eso ayuda a que cuando vienen se sientan tranquilos. Los mismos puertorriqueños han trabajado con nosotros de la mano, cosas que les llegan a ellos nos las envían si por alguna razón no pueden cumplir con lo solicitado. Cuando pasó el huracán el año pasado y el terremoto en México, en diciembre tuvimos 15 producciones al mismo tiempo. Lo que hicimos fue importar profesionales de México y de Puerto Rico en solidaridad con ellos porque sabíamos que muchas de las cosas que nos llegaron a fin de año fueron por la desgracia suya, eran proyectos que iban a sus países. Hay muchos venezolanos, puertorriqueños, cubanos y colombianos que están actualmente trabajando en la industria en Dominicana y en eso somos muy abiertos. Bienvenido todo el que quiera, queremos fortalecer esto, no importa de dónde vengas porque el cine es global.

- ¿Qué ha aportado la industria cinematográfica a su país?
En estos momentos contamos con más de 5 000 miembros dentro de la industria. Cuando arrancó la ley solamente se podía hacer una película y media al mismo tiempo porque no teníamos profesionales. En diciembre hicimos 15 entre nacional e internacional, e importamos personas, pero ahí estaba el equipo, todo el mundo trabajando y ese es el gran crecimiento, es trabajo para aquellos que quizás no lo tenían. Muchos de nuestros estudiantes se iban a estudiar a Los Ángeles y a Cuba, y se quedaban por allá porque, ¿qué iban a hacer en Dominicana? Cuando yo entré, dos años después del primer Film Commissioner, les decía a esos estudiantes que conocía que volvieran para acá porque este es el momento de estar aquí. Aquí tienen todas las puertas abiertas y tienen que aprovecharse de este momento, y, efectivamente, el chico que mencioné antes, que ganó en Locarno, fue becado para estudiar en Los Angeles, o sea que lo conocíamos desde jovencito y eso es lo que me encanta de esto. Les estamos viendo desde jóvenes estudiantes y ahora les vemos triunfar en todo el mundo. Él, lógicamente, pensó en quedarse en Los Ángeles. Su primer trabajo internacional fue un documental premiado pero es una obra mexicana, no dominicana. Lo contrataron como director. Pero llegó un momento en que yo le dije que tenía que venir y concursar en el concurso para fondos, ganarlo, ganar Ibermedia y todos los demás para realiza la película. Ahora él dice que ya no se va de su país. Los dos chicos que estuvieron en La Fabrique, en Cannes, estudiaron en San Antonio de Los Baños, incluso el director becado por nosotros. Pero ahí están, instalados en República Dominicana, realizando películas y aprovechándose de este momento, porque de verdad es una bendición.


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