Enid "Pinky" Campos: "Como productora, tienes que saber bien con quién te casas"
- por © Jon Apaolaza-PRODUCCIONLATINA.com
La productora peruana Enid Campos, "Pinky" para casi todos, se ha convertido no sólo en uno de los rostros del cine peruano más comprometido en los mercados internacionales, sino también en una personificación del concepto del "proyecto pasional". La responsable de películas como "Paloma de papel", "Días de Santiago", "Climas", "La deuda / Oliver's Deal" o la recientemente presentada en la Berlinale "Retablo", habló en exclusiva para PRODUCCIONLATINA.com sobre su manera de entender el cine, la lucha por conseguir una nueva Ley de Cine en Perú y sus proyectos.
- ¿Qué prioridades tiene como productora? ¿Cuáles son las historias que le seducen?
Desde que empecé, en el 2002, las historias que me han llamado la atención son, primero, los temas sociales y los que yo creo que son importantes, sobre todo para mi país y que me gustaría que se queden como legado. Sé que es dificilísimo hacer cine independiente, y siento que es tan difícil que, para que yo siga en un proyecto por años, porque normalmente los proyectos me toman de 5 a 10 años para hacerlos y distribuirlos, tiene que ser un tema muy importante para mí, que realmente me cale y que yo crea que se debe mostrar. Por ejemplo, como "Retablo", que es la tolerancia en un ambiente que habita Perú, un país muy homofóbico donde todo tratamos de llevarlo al extremo, o temas como "Días de Santiago", la primera película que hice, que trata sobre cómo una guerra civil que tuvimos tiene consecuencias. O "Paloma de papel", que va sobre el terrorismo que vivió Perú. Siempre trato de tener esos temas, que para mí sean importantes y que yo crea que puede dejar un legado o algo que trascienda.
- ¿Normalmente, le llegan unos guiones que en su momento pueden interesarle o usted misma provoca que se escriban esos guiones?
Hasta ahora, en realidad, los directores me convocan y yo he leído, he hablado con ellos y ahí es donde decido entrar. De momento en ningún caso he pensado yo en el tema y he hablado con alguien para llevarlo a cabo. Siempre me han llamado y he escogido. He tenido la suerte de poder escoger. También depende muchísimo del director, porque yo creo que este es un trabajo tan difícil, tan de hormiga, y de tantos años, que tienes que saber bien con quién hacer esta dupla porque es un trabajo que toma mucho tiempo. Siempre digo que es como un matrimonio, tienes que saber bien con quién te casas.
- No sé si en los matrimonios existen unas reglas más o menos claras sobre qué hace cada cual, pero en el caso de la producción y de la realización, ¿usted tiene unas reglas que le gusta que se cumplan?
Sí, creo que lo primero es que yo tome el proyecto como mío. Llega un momento en el que el director y el productor nos compenetramos tanto que puedo llegar a pensar y a tomar las decisiones que él tomaría. Es muy difícil llegar a eso, pero si se llega es como el paraíso, porque la comunicación es tal, que se toman las mejores decisiones para el proyecto pensando en todo lo que el director necesita para hacer real este sueño.
- Sin que me diga nombres, ¿en qué tanto por ciento de las películas que ha hecho ha conseguido esa relación ideal con el director?
Creo que en el 80-85%. Al inicio tal vez me equivoqué un poco, porque cuando empiezas y no tienes experiencia, como en el matrimonio, crees que todo es un paraíso, pero después ya, con los años, como que escoges mejor. Pero no es porque el director sea malo o bueno, es simplemente compatibilidad. Creo que es bien importante poder elegir, en el sentido de que tú sepas que te vas a llevar bien con esa persona, que tengan los mismos valores y la misma visión.
- Últimamente en Perú hay una gran efervescencia cinematográfica, no solo en la cantidad de películas, sino también en la sintonía que algunas de ellas consiguen con el público. Se podría decir que hay grandes éxitos nacionales de taquilla. ¿Hasta qué punto ese cine comercial, que no es exactamente el que usted hace, ayuda también a los productores independientes?
Definitivamente, yo creo que hay dos caras de la moneda. Por un lado ha ayudado, porque hay empresas como Tondero, que es la que hace todas estas películas comerciales, por ejemplo, yo hice con ellos "Magallanes" y llegó un momento en que nosotros ya habíamos postulado todos los fondos, no teníamos dinero, o sea, nos faltaba un poco, les tocamos la puerta y ellos entraron. Y, gracias a Tondero, pudimos hacer la película. Eso es buenísimo. Ellos tienen la posibilidad y tienen los contactos para llegar a los auspiciadores, porque ofrecen como un paquete de películas al año, cuatro comerciales y tal vez una independiente. Si tú te sumas a ese paquete, es buenísimo, pero también a la vez, ha creado una brecha aún más grande entre el cine comercial y el cine independiente, en cuanto a público. Entonces, todavía no llegamos a ver bien cómo esta colaboración puede ser totalmente satisfactoria, porque, lo que ha pasado en Perú, es que la gente va a ver cine peruano comercial, pero el cine peruano independiente ha bajado en espectadores. Por ejemplo, "Días de Santiago" se estrenó en 2004 e hizo como 50 000 personas.
- ¿Por qué cree que se ha dado este fenómeno?
Porque antes, tener una película peruana en cartelera era un evento, algo muy raro, entonces se trataba como algo más especial. Ahora hay una película peruana cada semana en cartelera. Hay más oferta.
- Entonces, más que beneficiarle, le perjudica el que haya éxitos comerciales en el cine peruano…
Por eso creo que existen las dos caras de la moneda. Por un lado, creo que la brecha se ha abierto más. Ahora la gente que va a ver cine independiente es menor, pero por otro, también nos beneficiamos en el sentido de que cuando voy a pedir algo a alguien les digo que he hecho "Magallanes" con Tondero y es diferente. Entonces hay dos caras de la moneda y siento que todavía podemos hacer más, solamente que todavía no lo hemos resuelto.
- Hay productores en América Latina que incluso alternan el cine más independiente o autoral con el cine comercial, ¿usted no ha contemplado eso? Siguen siendo proyectos muy de pasión, ¿no?
Si, yo considero que tuve mucha suerte porque estos proyectos han llegado a mí. He hecho 24 películas y las 24 han sido muy importantes para mí. Pero creo que no ha habido el momento, no se ha concretado. Tal vez lo haga, no es algo que diga "no", tal vez lo haga, pero definitivamente me llaman más el otro tipo de proyectos.
¿Es factible una tercera vía? Es decir, películas que tengan potencialidad comercial pero que a la vez tengan una calidad autoral.
Yo creo que sí. El proyecto con el que más cercano he estado a eso ha sido "Magallanes", porque fue una película muy de autor, pero a la vez como el director era Salvador del Solar, que ya era actor de antes y era conocido, y tuvimos actores muy mediáticos como Damián Alcázar, Christian Meier o Magaly Solier, se dio un poco eso. Hizo como 100 000 personas en Perú y eso es raro. Entonces yo creo que si podría ser, lo único es que hay que educar un poco al público, porque el público peruano yo siento que lo que quiere es ir al cine a olvidarse de sus problemas, pero también el cine es otra cosa, es un espejo donde mirarte para ser consciente de tus problemas, del problema de tu país. Creo que hay que reconciliarnos. Porque incluso a mí me ha pasado que amigos me dicen: "Oye Pinky, ¿por qué siempre sigues haciendo estas películas que son dramas?", y es porque ahí hay algo más. Se puede hacer mucho más. Por ejemplo, a veces me escriben por mail para pedirnos permiso para ver si pueden pasar "Días de Santiago" en alguna universidad de Estados Unidos, y eso a mí me encanta. Que esa película siga viviendo, siga mostrando la realidad y siga haciendo reflexionar me parece increíble y eso es lo que más me llama.
- Usted acude a festivales y mercados de cine, tiene una actitud proactiva para difundir sus películas. Si tuviera que dar algún tipo de consejo a una persona joven que quisiera iniciarse en el mundo de la producción, ¿qué le diría que evitara, o qué le diría que hiciera que normalmente no tengan en cuenta los nuevos productores latinoamericanos?
Lo primero que le diría es que se atrevan a hacer, porque yo siento que ahora primero hay como un camino trazado, y creo que no hay ninguno, hay que lanzarse a hacer, sobre todo en Perú que es muy difícil. Siempre digo: "¡Láncese en serio!", o sea, en mi primera película yo no había producido nada antes, era como ¡lánzate!, y lo haces de la mejor manera posible. Eso es uno. Dos, todas las experiencias valen, nada es en vano, yo creo que tienes que aprender de todo, humildad, porque nunca terminas de aprender, nunca. Siempre la vida te va a sorprender, alguna película te va a sorprender, alguna experiencia te va a sorprender. Tres, consumir mucho cine. Si quieres hacer cine tienes que ver mucho cine y de todo tipo, tienes que ver el comercial, el independiente, todos los géneros, tienes que consumir mucho y bueno. Y otro es, que ahora tenemos esta herramienta que es el internet. En la época que yo estudiaba no existía todavía. Ahora tienes todo a la mano y hay que aprovecharlo, yo creo que no se aprovecha. Antes cuando querías saber qué fondo, tenías que conocer a alguien para que te contara. Ahora no, todo está en el internet. Por ejemplo, si quieres postular algo y no sabes cómo, escríbeles y pregúntales, la gente no se atreve a eso, a mí me parece raro, no lo entiendo mucho porque hay un contacto muy directo.
- O sea, hay que ser muy atrevido para ser productor...
Yo creo que sí, totalmente, tienes que ser atrevido, olvidarte de la vergüenza, siempre con tino, pero olvidarte de la vergüenza. Porque tienes que atreverte a preguntar, atreverte a pedir también, porque mucha gente no pide, es como no atreverte a pedir.
- El no ya no tiene ¿no?
Exacto, hay algunas personas, que a veces me dicen: se me acabó el plazo. Pues escríbeles, a veces te dicen que sí y otras que no. Esa es una de las cosas más importantes, atreverse.
- ¿Cómo contempla usted las coproducciones?
Yo creo que, por lo menos en el cine independiente, es la única vía que tenemos para llegar a producir. Es algo que tiene que coexistir con nosotros siempre, y las mejores coproducciones son las que realmente son cooperaciones de dos países. Hay mucho que aprender. Por ejemplo, en Perú la postproducción está en vías de aprender. Generalmente aprendemos mucho de los otros países. En "Retablo", de Noruega y de Alemania, y hemos podido hacer la postproducción acá. Cuando es una cooperación real es muy rica, enriquece demasiado el proyecto, pero hay que saber llevarla, es otro matrimonio, tienes que saber con quién casarte.
- ¿Eso es fundamental?
Si, eso es lo fundamental.
- Entonces usted asume que, en este sentido, es muy promiscua en cuanto a matrimonio, ¿no?
Si me encanta el proyecto sí, pero tienes que ser consciente.
- Siguiendo con su simil matrimonial, ¿Existe la fidelidad?
Sí, claro. Por ejemplo, yo tengo coproductores en Santiago que hasta el día de hoy están conmigo en proyectos, para mí son como mis padres en esto, y siguen conmigo, y si no están en mis proyectos les consulto cada vez que necesito un consejo, les llamo. Haces relaciones muy bonitas, de verdad, y sí, yo creo que existe la fidelidad.
- ¿Hasta qué punto cree que la promoción del cine es una asignatura pendiente para el cine latinoamericano?
Yo creo que está muy pendiente todavía, hay mucha gente que cree que acaba el rodaje y la postproducción y se acaba la película, y no es así. Pienso que es la mitad del camino, porque tú haces una película para que se vea, no para que se quede ahí, como decíamos antes en la lata, y la promoción es uno de los instrumentos esenciales. Sin esa promoción la gente no se entera de esto que has hecho durante tanto tiempo. Entonces es súper importante y es un error no creer que es importante. Hay que darle su espacio, su tiempo y también su dinero, obviamente su dinero. Tal vez es la parte más cara y mucha gente no lo toma así. En las películas independientes, donde no tenemos dinero, tenemos que ser muy creativos para poder llegar a tenerlo, y ahí tienes que tener socios. Por ejemplo, yo soy productora, hago la película y alguien me tiene que ayudar a promocionarla, porque yo no hago eso, entonces tengo que juntarme con gente que sepa hacerlo. A veces, por no tener los medios, lo tenemos que hacer nosotros mismos y necesitamos hacerlo lo mejor que podamos, pero hay gente que se especializa en eso. Hay que pedir ayuda. Eso es otra cosa que el productor tiene que hacer, pedir ayuda siempre, no creer que lo sabes todo. Hay gente que está especializada que te puede ayudar y hay gente a la que sí le interesa ayudarte, es súper importante.
- ¿Con el tiempo ha sido capaz de imaginar, con un nivel de acierto importante, el resultado que va a tener una película? Es decir, cuando ya está acabada y la ha visto, ¿suele acertar cuando piensa que va a tener 50 000 espectadores, que va a tener buenas críticas, pero igual no le gusta tanto a la gente…?
Yo creo que sí, que cuando veo una película digo "huy, esto no sé..., no creo que haga tantos espectadores, creo que pueda ir a festivales, eso sí". Pero hay películas que te sorprenden y esa sensación es increíble.
- ¿Sorprenden para bien o para mal?
Para los dos, creo, pero gracias a la situación, más para bien que para mal. Con el tiempo te vuelves súper hiperrealista, y a veces eso es bueno, pero no tan bueno, por eso es importante esa energía que le da el director a los proyectos, porque hay como un equilibrio. Mientras tú lo anclas a la tierra, ellos pueden volar y te hacen volar también. Es súper importante esta dupla con los coproductores para llegar a tener ese equilibrio.
- ¿Cómo es la situación ahora mismo respecto de las ayudas públicas en Perú?
Estamos luchando por una nueva ley de cine. Todavía no se ha podido dar, pero, definitivamente, estamos mucho mejor que antes. Tenemos una ley, pero antes no se cumplía en su totalidad y cada vez la estamos cumpliendo más y tratando de diversificar. Sin la ayuda del Estado peruano sería imposible hacerlo. Para este tipo de películas, es importantísima la ayuda del Estado.
- En este momento tenemos dos premios importantes iberoamericanos los Fénix y Platino, existen los Fondos IBERMEDIA, es decir, la colaboración en este sentido ha mejorado mucho. Pero, ¿qué cree usted que hay pendiente para avanzar en ese camino de unificar como mercado el cine iberoamericano?
Yo creo que lo que falta está en la distribución y la exhibición...
- Un inciso. ¿No habría que contemplar también esos rubros en lo que son las ayudas públicas? Porque normalmente las ayudas públicas sólo son para la producción, pero se olvida completamente el que las películas lleguen a los espectadores.
Sí, en Perú gracias al cielo, uno de los fondos es para la distribución, pero a veces, aunque tengas estas ayudas, las salas de cine no quieren tu película, es la ley de la oferta y la demanda. Tampoco es la cuota de pantalla, no creo que el Estado deba obligar a las salas a ponerla, porque eso generaría, aún más el sentimiento de rechazo de los exhibidores y yo creo que hay que trabajar en conjunto, y ver maneras creativas e innovadoras de acercar el público a este tipo de películas. Es como muy idealista lo que a mí me gustaría que pase, pero sí siento que hay que educar al público. Yo estoy viviendo en México ahora, y es increíble, nunca había visto en ningún país una cineteca, como la que tiene México. Son como 20 salas, creo, y la gente las llena todos los días. Todas las películas son cine independiente, y no puedes ir y comprar allí porque ya están todas llenas, a todas las horas. Eso ocurre porque hay un espacio donde están exhibiéndose y ya la gente se ha pasado la voz. Tal vez generar estos espacios en nuestros países...
- ¿Sería viable crear unas cadenas de exhibiciones nacionales, como por ejemplo, se ha intentado en Venezuela?
Yo creo que esa es la solución y poco a poco educar al público, pero tener espacios donde se puedan tener ese tipo de películas, donde no solamente haya películas sino también conversatorios en los que contar los procesos, eso genera interés. Lo de la Cineteca mexicana a mí me ha parecido increíble, nunca lo había visto, es como un cine comercial, como unos multicines y está repleto, y dices: ¿qué pasa acá? Estuve con el presidente del cine, le felicité, y le dije que yo nunca lo había visto en ningún lado, y me dice: "¡claro, nos hemos demorado años en tener esto!".
- Pero, en México hay millones de personas...
Claro, también, pero es increíble poder tener estos espacios, yo creo que son los que faltan. Por ejemplo, en Perú, el Festival de Cine de Lima cada vez tiene más espectadores y la gente espera el festival porque quiere ver ese tipo de películas. Entonces sí hay un público cautivo, sí existe, la cosa es darles la facilidad, la información, la promoción y eso sí es importante. Nos hemos quedado atrás pensando que solamente con hacer la película, va a vivir sola, sin ayuda.
- Este año presentó en Berlín "Retablo", que ganó el Teddy L'Oréal Paris a la mejor opera prima de temática gay, y una mención del jurado joven de la sección Generation 14Plus ¿Cuáles son sus próximas películas?
Este año estoy trabajando en una serie para Netflix. Es la primera vez que hago televisión y estoy aprendiendo muchísimo, pero tengo un proyecto que es una coproducción de cinco países, que esperamos filmar en 2019, y que ya ganó fondos como el Visions Sud Est de Suiza, el IBERMEDIA, el Fondo Peruano, el Fondo Argentino, y este año vamos a aplicar al Fondo Francés, al noruego y a otro alemán. Se llama "Rony Monroy ama a todas", es de Josué Méndez, el director de "Días de Santiago" y "Dioses", es su tercera película y creo que es un proyecto lindo. También estoy en Producción Ejecutiva de dos proyectos que se hacen este año, uno es de Marité Ugás, que se llama "Contactado", y el otro es una ópera prima de un director peruano que es Alonso Llosas, que se llama "La Restauración". Esos dos proyectos se firman este año y yo soy productora ejecutiva, un poco desde lejos, pero sigo ahí asesorando, ayudando, tratando de empujar el carro con ellos; y para el próximo 2019 tengo "Rony Monroy", hasta ahora esos son mis proyectos.
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- ¿Qué prioridades tiene como productora? ¿Cuáles son las historias que le seducen?
Desde que empecé, en el 2002, las historias que me han llamado la atención son, primero, los temas sociales y los que yo creo que son importantes, sobre todo para mi país y que me gustaría que se queden como legado. Sé que es dificilísimo hacer cine independiente, y siento que es tan difícil que, para que yo siga en un proyecto por años, porque normalmente los proyectos me toman de 5 a 10 años para hacerlos y distribuirlos, tiene que ser un tema muy importante para mí, que realmente me cale y que yo crea que se debe mostrar. Por ejemplo, como "Retablo", que es la tolerancia en un ambiente que habita Perú, un país muy homofóbico donde todo tratamos de llevarlo al extremo, o temas como "Días de Santiago", la primera película que hice, que trata sobre cómo una guerra civil que tuvimos tiene consecuencias. O "Paloma de papel", que va sobre el terrorismo que vivió Perú. Siempre trato de tener esos temas, que para mí sean importantes y que yo crea que puede dejar un legado o algo que trascienda.
- ¿Normalmente, le llegan unos guiones que en su momento pueden interesarle o usted misma provoca que se escriban esos guiones?
Hasta ahora, en realidad, los directores me convocan y yo he leído, he hablado con ellos y ahí es donde decido entrar. De momento en ningún caso he pensado yo en el tema y he hablado con alguien para llevarlo a cabo. Siempre me han llamado y he escogido. He tenido la suerte de poder escoger. También depende muchísimo del director, porque yo creo que este es un trabajo tan difícil, tan de hormiga, y de tantos años, que tienes que saber bien con quién hacer esta dupla porque es un trabajo que toma mucho tiempo. Siempre digo que es como un matrimonio, tienes que saber bien con quién te casas.
- No sé si en los matrimonios existen unas reglas más o menos claras sobre qué hace cada cual, pero en el caso de la producción y de la realización, ¿usted tiene unas reglas que le gusta que se cumplan?
Sí, creo que lo primero es que yo tome el proyecto como mío. Llega un momento en el que el director y el productor nos compenetramos tanto que puedo llegar a pensar y a tomar las decisiones que él tomaría. Es muy difícil llegar a eso, pero si se llega es como el paraíso, porque la comunicación es tal, que se toman las mejores decisiones para el proyecto pensando en todo lo que el director necesita para hacer real este sueño.
- Sin que me diga nombres, ¿en qué tanto por ciento de las películas que ha hecho ha conseguido esa relación ideal con el director?
Creo que en el 80-85%. Al inicio tal vez me equivoqué un poco, porque cuando empiezas y no tienes experiencia, como en el matrimonio, crees que todo es un paraíso, pero después ya, con los años, como que escoges mejor. Pero no es porque el director sea malo o bueno, es simplemente compatibilidad. Creo que es bien importante poder elegir, en el sentido de que tú sepas que te vas a llevar bien con esa persona, que tengan los mismos valores y la misma visión.
- Últimamente en Perú hay una gran efervescencia cinematográfica, no solo en la cantidad de películas, sino también en la sintonía que algunas de ellas consiguen con el público. Se podría decir que hay grandes éxitos nacionales de taquilla. ¿Hasta qué punto ese cine comercial, que no es exactamente el que usted hace, ayuda también a los productores independientes?
Definitivamente, yo creo que hay dos caras de la moneda. Por un lado ha ayudado, porque hay empresas como Tondero, que es la que hace todas estas películas comerciales, por ejemplo, yo hice con ellos "Magallanes" y llegó un momento en que nosotros ya habíamos postulado todos los fondos, no teníamos dinero, o sea, nos faltaba un poco, les tocamos la puerta y ellos entraron. Y, gracias a Tondero, pudimos hacer la película. Eso es buenísimo. Ellos tienen la posibilidad y tienen los contactos para llegar a los auspiciadores, porque ofrecen como un paquete de películas al año, cuatro comerciales y tal vez una independiente. Si tú te sumas a ese paquete, es buenísimo, pero también a la vez, ha creado una brecha aún más grande entre el cine comercial y el cine independiente, en cuanto a público. Entonces, todavía no llegamos a ver bien cómo esta colaboración puede ser totalmente satisfactoria, porque, lo que ha pasado en Perú, es que la gente va a ver cine peruano comercial, pero el cine peruano independiente ha bajado en espectadores. Por ejemplo, "Días de Santiago" se estrenó en 2004 e hizo como 50 000 personas.
- ¿Por qué cree que se ha dado este fenómeno?
Porque antes, tener una película peruana en cartelera era un evento, algo muy raro, entonces se trataba como algo más especial. Ahora hay una película peruana cada semana en cartelera. Hay más oferta.
- Entonces, más que beneficiarle, le perjudica el que haya éxitos comerciales en el cine peruano…
Por eso creo que existen las dos caras de la moneda. Por un lado, creo que la brecha se ha abierto más. Ahora la gente que va a ver cine independiente es menor, pero por otro, también nos beneficiamos en el sentido de que cuando voy a pedir algo a alguien les digo que he hecho "Magallanes" con Tondero y es diferente. Entonces hay dos caras de la moneda y siento que todavía podemos hacer más, solamente que todavía no lo hemos resuelto.
- Hay productores en América Latina que incluso alternan el cine más independiente o autoral con el cine comercial, ¿usted no ha contemplado eso? Siguen siendo proyectos muy de pasión, ¿no?
Si, yo considero que tuve mucha suerte porque estos proyectos han llegado a mí. He hecho 24 películas y las 24 han sido muy importantes para mí. Pero creo que no ha habido el momento, no se ha concretado. Tal vez lo haga, no es algo que diga "no", tal vez lo haga, pero definitivamente me llaman más el otro tipo de proyectos.
¿Es factible una tercera vía? Es decir, películas que tengan potencialidad comercial pero que a la vez tengan una calidad autoral.
Yo creo que sí. El proyecto con el que más cercano he estado a eso ha sido "Magallanes", porque fue una película muy de autor, pero a la vez como el director era Salvador del Solar, que ya era actor de antes y era conocido, y tuvimos actores muy mediáticos como Damián Alcázar, Christian Meier o Magaly Solier, se dio un poco eso. Hizo como 100 000 personas en Perú y eso es raro. Entonces yo creo que si podría ser, lo único es que hay que educar un poco al público, porque el público peruano yo siento que lo que quiere es ir al cine a olvidarse de sus problemas, pero también el cine es otra cosa, es un espejo donde mirarte para ser consciente de tus problemas, del problema de tu país. Creo que hay que reconciliarnos. Porque incluso a mí me ha pasado que amigos me dicen: "Oye Pinky, ¿por qué siempre sigues haciendo estas películas que son dramas?", y es porque ahí hay algo más. Se puede hacer mucho más. Por ejemplo, a veces me escriben por mail para pedirnos permiso para ver si pueden pasar "Días de Santiago" en alguna universidad de Estados Unidos, y eso a mí me encanta. Que esa película siga viviendo, siga mostrando la realidad y siga haciendo reflexionar me parece increíble y eso es lo que más me llama.
- Usted acude a festivales y mercados de cine, tiene una actitud proactiva para difundir sus películas. Si tuviera que dar algún tipo de consejo a una persona joven que quisiera iniciarse en el mundo de la producción, ¿qué le diría que evitara, o qué le diría que hiciera que normalmente no tengan en cuenta los nuevos productores latinoamericanos?
Lo primero que le diría es que se atrevan a hacer, porque yo siento que ahora primero hay como un camino trazado, y creo que no hay ninguno, hay que lanzarse a hacer, sobre todo en Perú que es muy difícil. Siempre digo: "¡Láncese en serio!", o sea, en mi primera película yo no había producido nada antes, era como ¡lánzate!, y lo haces de la mejor manera posible. Eso es uno. Dos, todas las experiencias valen, nada es en vano, yo creo que tienes que aprender de todo, humildad, porque nunca terminas de aprender, nunca. Siempre la vida te va a sorprender, alguna película te va a sorprender, alguna experiencia te va a sorprender. Tres, consumir mucho cine. Si quieres hacer cine tienes que ver mucho cine y de todo tipo, tienes que ver el comercial, el independiente, todos los géneros, tienes que consumir mucho y bueno. Y otro es, que ahora tenemos esta herramienta que es el internet. En la época que yo estudiaba no existía todavía. Ahora tienes todo a la mano y hay que aprovecharlo, yo creo que no se aprovecha. Antes cuando querías saber qué fondo, tenías que conocer a alguien para que te contara. Ahora no, todo está en el internet. Por ejemplo, si quieres postular algo y no sabes cómo, escríbeles y pregúntales, la gente no se atreve a eso, a mí me parece raro, no lo entiendo mucho porque hay un contacto muy directo.
- O sea, hay que ser muy atrevido para ser productor...
Yo creo que sí, totalmente, tienes que ser atrevido, olvidarte de la vergüenza, siempre con tino, pero olvidarte de la vergüenza. Porque tienes que atreverte a preguntar, atreverte a pedir también, porque mucha gente no pide, es como no atreverte a pedir.
- El no ya no tiene ¿no?
Exacto, hay algunas personas, que a veces me dicen: se me acabó el plazo. Pues escríbeles, a veces te dicen que sí y otras que no. Esa es una de las cosas más importantes, atreverse.
- ¿Cómo contempla usted las coproducciones?
Yo creo que, por lo menos en el cine independiente, es la única vía que tenemos para llegar a producir. Es algo que tiene que coexistir con nosotros siempre, y las mejores coproducciones son las que realmente son cooperaciones de dos países. Hay mucho que aprender. Por ejemplo, en Perú la postproducción está en vías de aprender. Generalmente aprendemos mucho de los otros países. En "Retablo", de Noruega y de Alemania, y hemos podido hacer la postproducción acá. Cuando es una cooperación real es muy rica, enriquece demasiado el proyecto, pero hay que saber llevarla, es otro matrimonio, tienes que saber con quién casarte.
- ¿Eso es fundamental?
Si, eso es lo fundamental.
- Entonces usted asume que, en este sentido, es muy promiscua en cuanto a matrimonio, ¿no?
Si me encanta el proyecto sí, pero tienes que ser consciente.
- Siguiendo con su simil matrimonial, ¿Existe la fidelidad?
Sí, claro. Por ejemplo, yo tengo coproductores en Santiago que hasta el día de hoy están conmigo en proyectos, para mí son como mis padres en esto, y siguen conmigo, y si no están en mis proyectos les consulto cada vez que necesito un consejo, les llamo. Haces relaciones muy bonitas, de verdad, y sí, yo creo que existe la fidelidad.
- ¿Hasta qué punto cree que la promoción del cine es una asignatura pendiente para el cine latinoamericano?
Yo creo que está muy pendiente todavía, hay mucha gente que cree que acaba el rodaje y la postproducción y se acaba la película, y no es así. Pienso que es la mitad del camino, porque tú haces una película para que se vea, no para que se quede ahí, como decíamos antes en la lata, y la promoción es uno de los instrumentos esenciales. Sin esa promoción la gente no se entera de esto que has hecho durante tanto tiempo. Entonces es súper importante y es un error no creer que es importante. Hay que darle su espacio, su tiempo y también su dinero, obviamente su dinero. Tal vez es la parte más cara y mucha gente no lo toma así. En las películas independientes, donde no tenemos dinero, tenemos que ser muy creativos para poder llegar a tenerlo, y ahí tienes que tener socios. Por ejemplo, yo soy productora, hago la película y alguien me tiene que ayudar a promocionarla, porque yo no hago eso, entonces tengo que juntarme con gente que sepa hacerlo. A veces, por no tener los medios, lo tenemos que hacer nosotros mismos y necesitamos hacerlo lo mejor que podamos, pero hay gente que se especializa en eso. Hay que pedir ayuda. Eso es otra cosa que el productor tiene que hacer, pedir ayuda siempre, no creer que lo sabes todo. Hay gente que está especializada que te puede ayudar y hay gente a la que sí le interesa ayudarte, es súper importante.
- ¿Con el tiempo ha sido capaz de imaginar, con un nivel de acierto importante, el resultado que va a tener una película? Es decir, cuando ya está acabada y la ha visto, ¿suele acertar cuando piensa que va a tener 50 000 espectadores, que va a tener buenas críticas, pero igual no le gusta tanto a la gente…?
Yo creo que sí, que cuando veo una película digo "huy, esto no sé..., no creo que haga tantos espectadores, creo que pueda ir a festivales, eso sí". Pero hay películas que te sorprenden y esa sensación es increíble.
- ¿Sorprenden para bien o para mal?
Para los dos, creo, pero gracias a la situación, más para bien que para mal. Con el tiempo te vuelves súper hiperrealista, y a veces eso es bueno, pero no tan bueno, por eso es importante esa energía que le da el director a los proyectos, porque hay como un equilibrio. Mientras tú lo anclas a la tierra, ellos pueden volar y te hacen volar también. Es súper importante esta dupla con los coproductores para llegar a tener ese equilibrio.
- ¿Cómo es la situación ahora mismo respecto de las ayudas públicas en Perú?
Estamos luchando por una nueva ley de cine. Todavía no se ha podido dar, pero, definitivamente, estamos mucho mejor que antes. Tenemos una ley, pero antes no se cumplía en su totalidad y cada vez la estamos cumpliendo más y tratando de diversificar. Sin la ayuda del Estado peruano sería imposible hacerlo. Para este tipo de películas, es importantísima la ayuda del Estado.
- En este momento tenemos dos premios importantes iberoamericanos los Fénix y Platino, existen los Fondos IBERMEDIA, es decir, la colaboración en este sentido ha mejorado mucho. Pero, ¿qué cree usted que hay pendiente para avanzar en ese camino de unificar como mercado el cine iberoamericano?
Yo creo que lo que falta está en la distribución y la exhibición...
- Un inciso. ¿No habría que contemplar también esos rubros en lo que son las ayudas públicas? Porque normalmente las ayudas públicas sólo son para la producción, pero se olvida completamente el que las películas lleguen a los espectadores.
Sí, en Perú gracias al cielo, uno de los fondos es para la distribución, pero a veces, aunque tengas estas ayudas, las salas de cine no quieren tu película, es la ley de la oferta y la demanda. Tampoco es la cuota de pantalla, no creo que el Estado deba obligar a las salas a ponerla, porque eso generaría, aún más el sentimiento de rechazo de los exhibidores y yo creo que hay que trabajar en conjunto, y ver maneras creativas e innovadoras de acercar el público a este tipo de películas. Es como muy idealista lo que a mí me gustaría que pase, pero sí siento que hay que educar al público. Yo estoy viviendo en México ahora, y es increíble, nunca había visto en ningún país una cineteca, como la que tiene México. Son como 20 salas, creo, y la gente las llena todos los días. Todas las películas son cine independiente, y no puedes ir y comprar allí porque ya están todas llenas, a todas las horas. Eso ocurre porque hay un espacio donde están exhibiéndose y ya la gente se ha pasado la voz. Tal vez generar estos espacios en nuestros países...
- ¿Sería viable crear unas cadenas de exhibiciones nacionales, como por ejemplo, se ha intentado en Venezuela?
Yo creo que esa es la solución y poco a poco educar al público, pero tener espacios donde se puedan tener ese tipo de películas, donde no solamente haya películas sino también conversatorios en los que contar los procesos, eso genera interés. Lo de la Cineteca mexicana a mí me ha parecido increíble, nunca lo había visto, es como un cine comercial, como unos multicines y está repleto, y dices: ¿qué pasa acá? Estuve con el presidente del cine, le felicité, y le dije que yo nunca lo había visto en ningún lado, y me dice: "¡claro, nos hemos demorado años en tener esto!".
- Pero, en México hay millones de personas...
Claro, también, pero es increíble poder tener estos espacios, yo creo que son los que faltan. Por ejemplo, en Perú, el Festival de Cine de Lima cada vez tiene más espectadores y la gente espera el festival porque quiere ver ese tipo de películas. Entonces sí hay un público cautivo, sí existe, la cosa es darles la facilidad, la información, la promoción y eso sí es importante. Nos hemos quedado atrás pensando que solamente con hacer la película, va a vivir sola, sin ayuda.
- Este año presentó en Berlín "Retablo", que ganó el Teddy L'Oréal Paris a la mejor opera prima de temática gay, y una mención del jurado joven de la sección Generation 14Plus ¿Cuáles son sus próximas películas?
Este año estoy trabajando en una serie para Netflix. Es la primera vez que hago televisión y estoy aprendiendo muchísimo, pero tengo un proyecto que es una coproducción de cinco países, que esperamos filmar en 2019, y que ya ganó fondos como el Visions Sud Est de Suiza, el IBERMEDIA, el Fondo Peruano, el Fondo Argentino, y este año vamos a aplicar al Fondo Francés, al noruego y a otro alemán. Se llama "Rony Monroy ama a todas", es de Josué Méndez, el director de "Días de Santiago" y "Dioses", es su tercera película y creo que es un proyecto lindo. También estoy en Producción Ejecutiva de dos proyectos que se hacen este año, uno es de Marité Ugás, que se llama "Contactado", y el otro es una ópera prima de un director peruano que es Alonso Llosas, que se llama "La Restauración". Esos dos proyectos se firman este año y yo soy productora ejecutiva, un poco desde lejos, pero sigo ahí asesorando, ayudando, tratando de empujar el carro con ellos; y para el próximo 2019 tengo "Rony Monroy", hasta ahora esos son mis proyectos.
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