Nico Matji, productor de la saga de Tadeo Jones: "Esta franquicia va a durar mientras me sigan financiando las películas"
- por © Jon Apaolaza-PRODUCCIONLATINA.com
El español Nico Matjí, hijo del cineasta Manolo Matjí, e intergrante de Lightbox Animation Studios, es el feliz "padre" (una paternidad compartida) de la saga más exitosa del reciente cine español, la animada del explorador Tadeo, que además ha disfrutado de una importante distribución internacional, pero también de "Atrapa la bandera". "Siempre he querido ser conocido como un productor de animación", afirma Matjí en entrevista exclusiva con PRODUCCIONLATINA.com, pese a que también ha estado en proyectos de imagen real, como el thriller "Séptimo" o la nueva película de José Luis Cuerda, "Tiempo después", pendiente de estreno.
- ¿Cuál considera que es el secreto del éxito de "Tadeo", cuyas dos películas lideraron la taquilla española durante semanas?
El secreto del éxito del primer "Tadeo Jones" es que estaba absolutamente echa con el corazón. Queríamos hacer una película honesta y que todos los que la hacíamos quisiéramos ver. Sobre el éxito del segundo "Tadeo Jones", creo que hemos tenido un poquito de ayuda del exitazo de la primera, que fue un acierto recuperar la momia y hacer que ocurriera en España. Hemos hecho una película, una vez más, compacta, que nosotros iríamos a ver. Pero no hay una receta del éxito, en cada película digo "¿Qué me gustaría a mí ver?". Cuando digo a mí, me refiero a los quince tíos que nos sentamos en la mesa para decidir qué nos gustaría ver. Dicho esto, creo que en España nos gustan mucho los antihéroes.
- "Tadeo" surgió en el campo del cortometraje. Imagino que debió de ser un trabajo más que complicado lograr financiación para el primer largo y poner en marcha un proyecto tan ambicioso, más allá de tener una buena idea...
Es muy difícil, porque una idea puede ser un buen punto de partida (al final siempre empiezas con un folio y un dibujo), pero cuando haces un corto tienes un equipo reducido de gente, con la que te llevas muy bien y fluye mucho la comunicación, y es relativamente fácil. Cuando haces un largo, el equipo es de cien personas, es muy difícil que fluya bien la comunicación, hay otros intereses, hay gente que ha puesto mucho dinero en la película que no necesariamente va a estar de acuerdo con la línea por la que te gustaría llevar la película y en un equipo de cien personas puede haber gente más senior y gente más junior, gente que trabaja más rápido y gente que trabaja más despacio, más diestra y menos diestra. Por lo tanto, al final el resultado… pues ya sabes, el que mucho abarca poco aprieta. Yo siempre digo que empezamos haciendo una película y pensando que vamos a comernos el mundo, y acabas diciendo: "Virgencita, virgencita, que suerte que tenemos, que la hemos acabado y encima es bastante decente".
- Además, ustedes lograron no sólo triunfar en las salas españolas, sino estrenarla en casi toda América Latina, lo que no es fácil para un film español y menos si es animado...
Bueno, es que no hay muchas películas de animación españolas, realmente. Yo creo que España y Latinoamérica siempre decimos que somos hermanos, pero no lo trabajamos mucho, desde luego audiovisualmente muy poco. Con las películas de imagen animada y de imagen real, y gracias al programa Ibermedia y los acuerdos de coproducción, pues ya sí vemos cine argentino en España, un poco como Pedro por nuestra casa, y ellos ven películas nuestras un poquito también como Pedro por su casa, viajando, pero es una excepción. Hay muchísimas películas mexicanas y uruguayas que no nos llegan. Brasil es ciencia ficción y la comunicación con los brasileros es muy fácil, compartimos muchísimas cosas, es que es un mercado brutal. Entonces, ¿por qué no? O sea, los anglosajones hacen películas pensando en el mundo, pero, sobre todo, en su cultura anglosajona, ¿por qué no vamos a usar nosotros eso con el español?
- ¿Cómo?
Con iniciativas como los Premios Quirino y tendiendo puentes, conociéndonos todos mucho más, pero no la industria (aunque empiezas por la industria), sino también los públicos, incentivándolos. Esto llegará, es de cajón, va a llegar.
- ¿Van a dejarnos los americanos que lleguemos?
Bueno, yo creo que es una buena pregunta, pero no todo el cine es exhibición cinematográfica.
- Pero la exhibición cinematográfica sigue siendo la que de entrada certifica el éxito de una película y facilita los primeros ingresos económicos...
Sí hay ingresos en otros campos, tienes todos los ingresos de las televisiones y del VOD, de internet y de las OTT. Lo que ocurre es que las exhibiciones cinematográficas son una tarjeta de presentación. Al final, yo siempre pienso que en el Apple Store, lo maravilloso que es que tú te hagas un programita informático, una app, y la cuelgas ahí en el Apple store y está disponible automáticamente en todo el mundo. En realidad, ¿cuántas se colgarán ahí? Miles, millones de aplicaciones. Y, al final, ¿cuál es la lucha? Tú estás ahí, pero la lucha es que sepan que estás ahí. Con las películas y las OTT pasa lo mismo. Netflix, por poner un ejemplo, nos lo pone muy fácil, pero es tanto el contenido que tiene que ¿cómo destacas?, ¿cómo llamas la atención? Eso es lo más difícil del cine y del mundo audiovisual, porque hay muchísimo contenido audiovisual en el mundo.
- ¿Cómo han ganado más dinero, con las teles o con las salas?
Es una buena pregunta. Todavía, la exhibición cinematográfica de las películas sigue siendo la principal vía de ingresos. Lo que ocurre es que tú haces una película, la prevendes a distintos mercados, a distribuidores. Realmente, nuestro cliente es el distribuidor internacional de la película, sea uno local, en un sitio como Polonia o Brasil, o sea uno español, y tienes que darle una película que el público quiera ir a ver, pero los productores hacemos dinero vendiendo la película a distribuidores que la exhiben y quieren rendimientos. Estos distribuidores te compran la película y te compran los derechos en salas cinematográficas y para la televisión de su país, para las OTT en su idioma, y esto te ayuda a financiar muchísimo la película, pueden financiar un 50% de la película con estas ventas. Pero si hablamos de dinerito líquido que te entra una vez que has hecho la película y la estás explotando, realmente es el dinero que ves en tu territorio, en España. Tadeo hizo mucha pasta en España y bendito sea. Todas las películas suelen tener un poquito de riesgo que algunas veces tienes que cubrir con la taquilla cinematográfica, y otras veces tienes bien financiada la película y toda para ti, o una gran parte, pero es dinero como productor independiente español de la taquilla nacional, fuera cedes los derechos de la película por mínimos garantizados.
- Usted participó hace unas semanas en los Premios Quirino, donde "Tadeo Jones 2: El secreto del rey Midas" era la más nominada y al final se llevó dos premios. ¿Qué le pareció esta iniciativa de ensalzar a la animación iberoamericana?
En primer lugar, como español me encanta que sea en Tenerife, porque habitualmente cuando quería hacer algo con Latinoamérica me iba yo al otro lado del atlántico, a Chilemonos o al Pixelatl en México, a conocer gente y a tender puentes. Entonces, te lo ponen a dos horas de avión, está bastante bien para la parte española, es cómoda. En segundo lugar, la creatividad iberoamericana no tiene nada que ver con la anglosajona, porque somos culturas totalmente distintas. Allí participé en un pitch de un proyecto que surge en Ecuador, que es imposible que se hubiera ideado en Europa o en Estados Unidos. Es una idea fascinante que surge de lo que te rodea, porque las ideas vienen de los que te rodea, pero viene de lo que le rodea a un tío de Ecuador, que vive en Latinoamérica, entonces es un proyecto que tiene que ver con aztecas y la cultura azteca. Es una idea potentísima que es prácticamente imposible que surgiera en Europa, en Rusia, en China o en Estados unidos.
- Pero, ¿la comprarían?
Es muy complicado, porque, para empezar, tienes que conseguir entrar en las redes de distribución y tienes que conseguir financiarla. Porque, además, reconozcamos que los que tienen el dinero en este negocio son anglosajones, fundamentalmente, y no solo es que sean anglosajones, es que ahora vender un proyecto a Netflix o a Amazon tiene bastante de rellenar el formulario, cumplir una serie de requisitos y que el logaritmo diga "sea, que nos va a traer visionados". Entonces, me quedo fascinado porque un espectáculo de colorido azteca, este proyecto que me enamoró, sea tan complicado de financiar y convencer a un anglosajón de que ponga dinero en un proyecto tan iberoamericano como este. Pero si lo hace, desde luego ves algo que no has visto nunca antes, totalmente nuevo.
- ... Y eso es muy seductor para usted como productor...
Es muy seductor, efectivamente. A mí lo que me ocurre es que con los años he cambiado el idealismo de cuando tienes veinte años por un pragmatismo mercantilista, a priori, de decir: "bueno, si esto es maravilloso me pilla con veinte años y me dejo la piel por sacar adelante esta idea". Pero luego pues tienes 40 y tantos años y ya no te puedes tirar 10 o 20 años persiguiendo un sueño, ya dices: "vamos a hacer cosas que realmente podamos sacar adelante". Es complicado, yo diría que sin un amor loco no arrancas nunca, porque cuando apuestas por un proyecto, cuando decides de verdad apostar, es que se te van a ir, si todo va bien, seis años, si todo va mal 12 o 13 años, y si va fatal no consigues sacarlo adelante, pero todo tiene un coste de oportunidad, qué dejas de hacer por apostar por una idea, y eso es algo que nunca miraba al principio de mi carrera. Decía sí a muchas cosas, la mitad se quedaban en el camino y hay que tener cuidado. Cuando le dices a una persona que apuestas por su idea, si a un tío le das tu palabra y te metes, te tienes que meter hasta el tuétano y con la certeza de que sabes cómo sacara el proyecto adelante. Es lo que he aprendido con los años.
- ¿Los Quirino ayudarán a tender esos puentes de los que hablaba antes?
Sin duda, y, sobre todo, haciendo buenas películas que puedan viajar. Al público tienes que darle cosas apetecibles para que te vean, y si tenemos suerte y llegan cinco o seis películas interesantes en un periodo de 10 años, pues habrá mejorado la percepción del cine iberoamericano a ambos lados. Entonces, continuar, continuar y continuar. Es complicado, cambiar a los políticos, hay fusiones entre empresas, y es difícil cubrir todas esas etapas, pero el camino se muestra andando.
- ¿Le ve continuidad a los Quirino, tras esta primera edición?
Si, los Quirino son buenos para todo el mundo y es una iniciativa buena para Tenerife. Estamos en su primer año y las ideas tardan en consolidarse, pero probablemente dentro de cinco años ya podamos medir claramente los resultados que han tenido en la industria iberoamericana los Quirino, esta primera edición y las cuatro anteriores. Es algo maravilloso porque, ¿dónde hay más gente, es España o en Latinoamérica?, ¿dónde hay más dinero? Las televisiones brasileñas son potentísimas, las mexicanas son potentísimas y las argentinas también. Entonces, realmente, creo que para España es buenísimo tener una iniciativa que nos acerque a Latinoamérica, porque iniciativas allí hay, vas allí y conoces a la gente, pero acercar a la gente aquí, a Europa, es buenísimo desde el punto de vista español. Y, efectivamente, favorece la comunicación, los contactos y te facilita muchas cosas. Todo, a un coste razonable.
- Usted también ha participado en películas fuera del género de animación, ¿piensa combinar todo?
No, yo siempre he querido ser conocido como un productor de animación. Es una cosa que decidí en el año 2005 y me mantengo ahí. Empecé en esto del cine porque mi padre hacía cine. Yo quería hacer películas, me daba igual si eran de animación o de imagen real, y a finales del 2003 o 2004, cuando empezamos a hacer el cortometraje de Tadeo Jones, encontré un grupo liderado por Enrique Gato que era muy bueno y que nos han hecho muy buenos en la ejecución de lo que hacemos. En ese momento decidí que yo quería ser conocido como un productor de animación y que la animación tenía un recorrido. Claro, todos los pasos que hemos hecho nos han llevado en esa línea y eso es lo que quiero seguir haciendo.
- ¿Contempla proyectos de coproducción con Latinoamérica?
Si, por supuesto que lo contemplo, pero no solo con América Latina, sino con países europeos en nuestro entorno y también con Rusia. Esto que nos ha ocurrido a nosotros con los "Tadeos" y con "Atrapa la bandera", que te llega un estudio con alcance mundial y te compra los derechos de la película para exhibirlos en todo el mundo y te financia casi toda, un altísimo porcentaje de la película y te permite montar un estudio para hacer el 100% de la producción en tu país, no es lo normal. Lo normal de la producción cinematográfica es que tengas que hacer las películas en coproducción y tengas que decidir qué parte del proceso se hace en cada país y que al final en Europa y en Latinoamérica los tres millones que puede conseguir cada uno en su territorio se repartan para sacar la película adelante, no que alguien te venga y te pague la película de un porrazo. Si ocurre, hay mucha competencia para que ocurra.
- ¿Se ve produciendo varias películas a la vez?
Me veo produciendo dos películas a la vez. Se pueden hacer dos películas a la vez sin problemas y, probablemente, estar desarrollando ideas de escrituras. Más es muy difícil, solo piensa que en una película no están 120 personas en el estudio trabajando, entonces si tienes dos películas no voy a decir que necesites 120 personas, pero a lo mejor si necesitas… depende de los tiempos. Cuando hablamos de dos películas al mismo tiempo lo ideal es que haya un decalaje en torno a 8 meses o un año entre una película y otra para que se vayan solapando los departamentos. Como tuvieras que realizar dos películas al mismo tiempo te vuelves loco, pero es que, además, te encontrarías probablemente estrenando las dos películas casi al mismo tiempo, si no las separas. Como las vas a tener que separar, lo ideal es que, en un proceso de tres años que te puede llevar hacer una película de animación, haya una distancia de 6 meses a un año entre una película y otra en el plan de producción.
- ¿Es más o menos arriesgado hacer una película de animación respecto a una película real?
En ambos casos lo que es arriesgadísimo es pasarse del presupuesto. Es un problema, porque al final un productor es un tío que emprende, se mete en una cosa gigantesca, hay gente que pone muchísimo dinero para hacer realidad ese sueño y la película la tienes que entregar, y no es fácil. Entonces, si hay una desviación en el presupuesto puedes ir y decir a los socios que pongan un poquito más de dinero, pero tus socios te pueden decir que no y tú tienes que acabar la película. En ambos casos es un quilombo. En animación es espantoso porque tienes 100 tíos contratados y es muy fácil que una película de animación se vaya un mes y medio en un calendario de 36 meses, está chupado, pero es que en un mes y medio puedes estar hablando de una desviación de medio millón de euros, y eso es un problemón. En una película de imagen real pues, dependiendo del tamaño de la película, un día de rodaje está en 30 000 o 40 000 euros, así que tienes una desviación de una semana y supone a lo mejor 200 000. Bueno, a lo mejor es asequible, pero en animación cuando se van, se van.
- ¿En qué proyectos anda metido ahora?
Pues tengo cuatro proyectos ahora mismo sobre la mesa. Estoy llevando los cuatro y no sé si van a salir al mismo tiempo o van a morir dos, o no va a salir ninguno. Esto es una situación común, que me pasa a mí, a Guillermo del Toro y a todo el mundo. Tienes que tener muchas pelotas en el aire, circulando, para que te salga, a veces, una, y muchas veces es la que menos esperas. Así es como estamos, pero inmediatamente esta la parte 3, antes de tres años.
- ¿Y tiene planes de que haya secuelas más allá?
La saga de "Tadeo" va a durar mientras me quieran seguir financiando las películas. Una peli de animación te da mucha cuerda, da trabajo a muchísima gente, son bastante rentables y te mantiene toda la estructura y cuando tienes un equipo grande… Mientras los números de sigan siendo buenos para los inversores no veo por qué deberíamos dejar de hacer "Tadeo Jones".
- En su éxito ha tenido que ver el apoyo de Telecinco Cinema y su matriz Mediaset. Imagino que no fue fácil implicar a una tele privada en este proyecto, nunca antes habían financiado animación...
Yo creo que les daba miedo. Al final las teles son los directivos, fundamentalmente, y veían la animación con respeto. Y no me extraña, todos vemos con respeto aquello de lo que no sabemos y que no entendemos. Lo que le hemos podido demostrar a Telecinco es que podía apostar por nosotros, que cumplimos los plazos y los presupuestos, y les hemos generado una confianza. Y les hemos hecho ganar dinero. Taquillas como las que está haciendo Mediaset en estos momentos es porque la película es homogénea y la promoción también, y sobre todo porque gusta. "Tadeo Jones 1" estuvo más de 19 semanas en cartelera, y "Tadeo Jones 2" ha estado 17 semanas, y hemos tenido medio millón más de espectadores. Con "Ocho apellidos vascos" metieron 9 millones de espectadores en salas cinematográficas, nosotros metimos tres en "Tadeo 2". Es un disparate. Pero claro, no hay moción sin promoción. Si es una peli muy independiente es muy complicado hacer ruido y que sepan que estás ahí. Me parece interesante ahora el caso de "Campeones", de Javier Fesser, porque creo que lo está haciendo muy bien con la promoción para ser una película totalmente independiente y que no tiene ni una televisión privada detrás, han sabido hacer ruido y liderar la taquilla.
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- ¿Cuál considera que es el secreto del éxito de "Tadeo", cuyas dos películas lideraron la taquilla española durante semanas?
El secreto del éxito del primer "Tadeo Jones" es que estaba absolutamente echa con el corazón. Queríamos hacer una película honesta y que todos los que la hacíamos quisiéramos ver. Sobre el éxito del segundo "Tadeo Jones", creo que hemos tenido un poquito de ayuda del exitazo de la primera, que fue un acierto recuperar la momia y hacer que ocurriera en España. Hemos hecho una película, una vez más, compacta, que nosotros iríamos a ver. Pero no hay una receta del éxito, en cada película digo "¿Qué me gustaría a mí ver?". Cuando digo a mí, me refiero a los quince tíos que nos sentamos en la mesa para decidir qué nos gustaría ver. Dicho esto, creo que en España nos gustan mucho los antihéroes.
- "Tadeo" surgió en el campo del cortometraje. Imagino que debió de ser un trabajo más que complicado lograr financiación para el primer largo y poner en marcha un proyecto tan ambicioso, más allá de tener una buena idea...
Es muy difícil, porque una idea puede ser un buen punto de partida (al final siempre empiezas con un folio y un dibujo), pero cuando haces un corto tienes un equipo reducido de gente, con la que te llevas muy bien y fluye mucho la comunicación, y es relativamente fácil. Cuando haces un largo, el equipo es de cien personas, es muy difícil que fluya bien la comunicación, hay otros intereses, hay gente que ha puesto mucho dinero en la película que no necesariamente va a estar de acuerdo con la línea por la que te gustaría llevar la película y en un equipo de cien personas puede haber gente más senior y gente más junior, gente que trabaja más rápido y gente que trabaja más despacio, más diestra y menos diestra. Por lo tanto, al final el resultado… pues ya sabes, el que mucho abarca poco aprieta. Yo siempre digo que empezamos haciendo una película y pensando que vamos a comernos el mundo, y acabas diciendo: "Virgencita, virgencita, que suerte que tenemos, que la hemos acabado y encima es bastante decente".
- Además, ustedes lograron no sólo triunfar en las salas españolas, sino estrenarla en casi toda América Latina, lo que no es fácil para un film español y menos si es animado...
Bueno, es que no hay muchas películas de animación españolas, realmente. Yo creo que España y Latinoamérica siempre decimos que somos hermanos, pero no lo trabajamos mucho, desde luego audiovisualmente muy poco. Con las películas de imagen animada y de imagen real, y gracias al programa Ibermedia y los acuerdos de coproducción, pues ya sí vemos cine argentino en España, un poco como Pedro por nuestra casa, y ellos ven películas nuestras un poquito también como Pedro por su casa, viajando, pero es una excepción. Hay muchísimas películas mexicanas y uruguayas que no nos llegan. Brasil es ciencia ficción y la comunicación con los brasileros es muy fácil, compartimos muchísimas cosas, es que es un mercado brutal. Entonces, ¿por qué no? O sea, los anglosajones hacen películas pensando en el mundo, pero, sobre todo, en su cultura anglosajona, ¿por qué no vamos a usar nosotros eso con el español?
- ¿Cómo?
Con iniciativas como los Premios Quirino y tendiendo puentes, conociéndonos todos mucho más, pero no la industria (aunque empiezas por la industria), sino también los públicos, incentivándolos. Esto llegará, es de cajón, va a llegar.
- ¿Van a dejarnos los americanos que lleguemos?
Bueno, yo creo que es una buena pregunta, pero no todo el cine es exhibición cinematográfica.
- Pero la exhibición cinematográfica sigue siendo la que de entrada certifica el éxito de una película y facilita los primeros ingresos económicos...
Sí hay ingresos en otros campos, tienes todos los ingresos de las televisiones y del VOD, de internet y de las OTT. Lo que ocurre es que las exhibiciones cinematográficas son una tarjeta de presentación. Al final, yo siempre pienso que en el Apple Store, lo maravilloso que es que tú te hagas un programita informático, una app, y la cuelgas ahí en el Apple store y está disponible automáticamente en todo el mundo. En realidad, ¿cuántas se colgarán ahí? Miles, millones de aplicaciones. Y, al final, ¿cuál es la lucha? Tú estás ahí, pero la lucha es que sepan que estás ahí. Con las películas y las OTT pasa lo mismo. Netflix, por poner un ejemplo, nos lo pone muy fácil, pero es tanto el contenido que tiene que ¿cómo destacas?, ¿cómo llamas la atención? Eso es lo más difícil del cine y del mundo audiovisual, porque hay muchísimo contenido audiovisual en el mundo.
- ¿Cómo han ganado más dinero, con las teles o con las salas?
Es una buena pregunta. Todavía, la exhibición cinematográfica de las películas sigue siendo la principal vía de ingresos. Lo que ocurre es que tú haces una película, la prevendes a distintos mercados, a distribuidores. Realmente, nuestro cliente es el distribuidor internacional de la película, sea uno local, en un sitio como Polonia o Brasil, o sea uno español, y tienes que darle una película que el público quiera ir a ver, pero los productores hacemos dinero vendiendo la película a distribuidores que la exhiben y quieren rendimientos. Estos distribuidores te compran la película y te compran los derechos en salas cinematográficas y para la televisión de su país, para las OTT en su idioma, y esto te ayuda a financiar muchísimo la película, pueden financiar un 50% de la película con estas ventas. Pero si hablamos de dinerito líquido que te entra una vez que has hecho la película y la estás explotando, realmente es el dinero que ves en tu territorio, en España. Tadeo hizo mucha pasta en España y bendito sea. Todas las películas suelen tener un poquito de riesgo que algunas veces tienes que cubrir con la taquilla cinematográfica, y otras veces tienes bien financiada la película y toda para ti, o una gran parte, pero es dinero como productor independiente español de la taquilla nacional, fuera cedes los derechos de la película por mínimos garantizados.
- Usted participó hace unas semanas en los Premios Quirino, donde "Tadeo Jones 2: El secreto del rey Midas" era la más nominada y al final se llevó dos premios. ¿Qué le pareció esta iniciativa de ensalzar a la animación iberoamericana?
En primer lugar, como español me encanta que sea en Tenerife, porque habitualmente cuando quería hacer algo con Latinoamérica me iba yo al otro lado del atlántico, a Chilemonos o al Pixelatl en México, a conocer gente y a tender puentes. Entonces, te lo ponen a dos horas de avión, está bastante bien para la parte española, es cómoda. En segundo lugar, la creatividad iberoamericana no tiene nada que ver con la anglosajona, porque somos culturas totalmente distintas. Allí participé en un pitch de un proyecto que surge en Ecuador, que es imposible que se hubiera ideado en Europa o en Estados Unidos. Es una idea fascinante que surge de lo que te rodea, porque las ideas vienen de los que te rodea, pero viene de lo que le rodea a un tío de Ecuador, que vive en Latinoamérica, entonces es un proyecto que tiene que ver con aztecas y la cultura azteca. Es una idea potentísima que es prácticamente imposible que surgiera en Europa, en Rusia, en China o en Estados unidos.
- Pero, ¿la comprarían?
Es muy complicado, porque, para empezar, tienes que conseguir entrar en las redes de distribución y tienes que conseguir financiarla. Porque, además, reconozcamos que los que tienen el dinero en este negocio son anglosajones, fundamentalmente, y no solo es que sean anglosajones, es que ahora vender un proyecto a Netflix o a Amazon tiene bastante de rellenar el formulario, cumplir una serie de requisitos y que el logaritmo diga "sea, que nos va a traer visionados". Entonces, me quedo fascinado porque un espectáculo de colorido azteca, este proyecto que me enamoró, sea tan complicado de financiar y convencer a un anglosajón de que ponga dinero en un proyecto tan iberoamericano como este. Pero si lo hace, desde luego ves algo que no has visto nunca antes, totalmente nuevo.
- ... Y eso es muy seductor para usted como productor...
Es muy seductor, efectivamente. A mí lo que me ocurre es que con los años he cambiado el idealismo de cuando tienes veinte años por un pragmatismo mercantilista, a priori, de decir: "bueno, si esto es maravilloso me pilla con veinte años y me dejo la piel por sacar adelante esta idea". Pero luego pues tienes 40 y tantos años y ya no te puedes tirar 10 o 20 años persiguiendo un sueño, ya dices: "vamos a hacer cosas que realmente podamos sacar adelante". Es complicado, yo diría que sin un amor loco no arrancas nunca, porque cuando apuestas por un proyecto, cuando decides de verdad apostar, es que se te van a ir, si todo va bien, seis años, si todo va mal 12 o 13 años, y si va fatal no consigues sacarlo adelante, pero todo tiene un coste de oportunidad, qué dejas de hacer por apostar por una idea, y eso es algo que nunca miraba al principio de mi carrera. Decía sí a muchas cosas, la mitad se quedaban en el camino y hay que tener cuidado. Cuando le dices a una persona que apuestas por su idea, si a un tío le das tu palabra y te metes, te tienes que meter hasta el tuétano y con la certeza de que sabes cómo sacara el proyecto adelante. Es lo que he aprendido con los años.
- ¿Los Quirino ayudarán a tender esos puentes de los que hablaba antes?
Sin duda, y, sobre todo, haciendo buenas películas que puedan viajar. Al público tienes que darle cosas apetecibles para que te vean, y si tenemos suerte y llegan cinco o seis películas interesantes en un periodo de 10 años, pues habrá mejorado la percepción del cine iberoamericano a ambos lados. Entonces, continuar, continuar y continuar. Es complicado, cambiar a los políticos, hay fusiones entre empresas, y es difícil cubrir todas esas etapas, pero el camino se muestra andando.
- ¿Le ve continuidad a los Quirino, tras esta primera edición?
Si, los Quirino son buenos para todo el mundo y es una iniciativa buena para Tenerife. Estamos en su primer año y las ideas tardan en consolidarse, pero probablemente dentro de cinco años ya podamos medir claramente los resultados que han tenido en la industria iberoamericana los Quirino, esta primera edición y las cuatro anteriores. Es algo maravilloso porque, ¿dónde hay más gente, es España o en Latinoamérica?, ¿dónde hay más dinero? Las televisiones brasileñas son potentísimas, las mexicanas son potentísimas y las argentinas también. Entonces, realmente, creo que para España es buenísimo tener una iniciativa que nos acerque a Latinoamérica, porque iniciativas allí hay, vas allí y conoces a la gente, pero acercar a la gente aquí, a Europa, es buenísimo desde el punto de vista español. Y, efectivamente, favorece la comunicación, los contactos y te facilita muchas cosas. Todo, a un coste razonable.
- Usted también ha participado en películas fuera del género de animación, ¿piensa combinar todo?
No, yo siempre he querido ser conocido como un productor de animación. Es una cosa que decidí en el año 2005 y me mantengo ahí. Empecé en esto del cine porque mi padre hacía cine. Yo quería hacer películas, me daba igual si eran de animación o de imagen real, y a finales del 2003 o 2004, cuando empezamos a hacer el cortometraje de Tadeo Jones, encontré un grupo liderado por Enrique Gato que era muy bueno y que nos han hecho muy buenos en la ejecución de lo que hacemos. En ese momento decidí que yo quería ser conocido como un productor de animación y que la animación tenía un recorrido. Claro, todos los pasos que hemos hecho nos han llevado en esa línea y eso es lo que quiero seguir haciendo.
- ¿Contempla proyectos de coproducción con Latinoamérica?
Si, por supuesto que lo contemplo, pero no solo con América Latina, sino con países europeos en nuestro entorno y también con Rusia. Esto que nos ha ocurrido a nosotros con los "Tadeos" y con "Atrapa la bandera", que te llega un estudio con alcance mundial y te compra los derechos de la película para exhibirlos en todo el mundo y te financia casi toda, un altísimo porcentaje de la película y te permite montar un estudio para hacer el 100% de la producción en tu país, no es lo normal. Lo normal de la producción cinematográfica es que tengas que hacer las películas en coproducción y tengas que decidir qué parte del proceso se hace en cada país y que al final en Europa y en Latinoamérica los tres millones que puede conseguir cada uno en su territorio se repartan para sacar la película adelante, no que alguien te venga y te pague la película de un porrazo. Si ocurre, hay mucha competencia para que ocurra.
- ¿Se ve produciendo varias películas a la vez?
Me veo produciendo dos películas a la vez. Se pueden hacer dos películas a la vez sin problemas y, probablemente, estar desarrollando ideas de escrituras. Más es muy difícil, solo piensa que en una película no están 120 personas en el estudio trabajando, entonces si tienes dos películas no voy a decir que necesites 120 personas, pero a lo mejor si necesitas… depende de los tiempos. Cuando hablamos de dos películas al mismo tiempo lo ideal es que haya un decalaje en torno a 8 meses o un año entre una película y otra para que se vayan solapando los departamentos. Como tuvieras que realizar dos películas al mismo tiempo te vuelves loco, pero es que, además, te encontrarías probablemente estrenando las dos películas casi al mismo tiempo, si no las separas. Como las vas a tener que separar, lo ideal es que, en un proceso de tres años que te puede llevar hacer una película de animación, haya una distancia de 6 meses a un año entre una película y otra en el plan de producción.
- ¿Es más o menos arriesgado hacer una película de animación respecto a una película real?
En ambos casos lo que es arriesgadísimo es pasarse del presupuesto. Es un problema, porque al final un productor es un tío que emprende, se mete en una cosa gigantesca, hay gente que pone muchísimo dinero para hacer realidad ese sueño y la película la tienes que entregar, y no es fácil. Entonces, si hay una desviación en el presupuesto puedes ir y decir a los socios que pongan un poquito más de dinero, pero tus socios te pueden decir que no y tú tienes que acabar la película. En ambos casos es un quilombo. En animación es espantoso porque tienes 100 tíos contratados y es muy fácil que una película de animación se vaya un mes y medio en un calendario de 36 meses, está chupado, pero es que en un mes y medio puedes estar hablando de una desviación de medio millón de euros, y eso es un problemón. En una película de imagen real pues, dependiendo del tamaño de la película, un día de rodaje está en 30 000 o 40 000 euros, así que tienes una desviación de una semana y supone a lo mejor 200 000. Bueno, a lo mejor es asequible, pero en animación cuando se van, se van.
- ¿En qué proyectos anda metido ahora?
Pues tengo cuatro proyectos ahora mismo sobre la mesa. Estoy llevando los cuatro y no sé si van a salir al mismo tiempo o van a morir dos, o no va a salir ninguno. Esto es una situación común, que me pasa a mí, a Guillermo del Toro y a todo el mundo. Tienes que tener muchas pelotas en el aire, circulando, para que te salga, a veces, una, y muchas veces es la que menos esperas. Así es como estamos, pero inmediatamente esta la parte 3, antes de tres años.
- ¿Y tiene planes de que haya secuelas más allá?
La saga de "Tadeo" va a durar mientras me quieran seguir financiando las películas. Una peli de animación te da mucha cuerda, da trabajo a muchísima gente, son bastante rentables y te mantiene toda la estructura y cuando tienes un equipo grande… Mientras los números de sigan siendo buenos para los inversores no veo por qué deberíamos dejar de hacer "Tadeo Jones".
- En su éxito ha tenido que ver el apoyo de Telecinco Cinema y su matriz Mediaset. Imagino que no fue fácil implicar a una tele privada en este proyecto, nunca antes habían financiado animación...
Yo creo que les daba miedo. Al final las teles son los directivos, fundamentalmente, y veían la animación con respeto. Y no me extraña, todos vemos con respeto aquello de lo que no sabemos y que no entendemos. Lo que le hemos podido demostrar a Telecinco es que podía apostar por nosotros, que cumplimos los plazos y los presupuestos, y les hemos generado una confianza. Y les hemos hecho ganar dinero. Taquillas como las que está haciendo Mediaset en estos momentos es porque la película es homogénea y la promoción también, y sobre todo porque gusta. "Tadeo Jones 1" estuvo más de 19 semanas en cartelera, y "Tadeo Jones 2" ha estado 17 semanas, y hemos tenido medio millón más de espectadores. Con "Ocho apellidos vascos" metieron 9 millones de espectadores en salas cinematográficas, nosotros metimos tres en "Tadeo 2". Es un disparate. Pero claro, no hay moción sin promoción. Si es una peli muy independiente es muy complicado hacer ruido y que sepan que estás ahí. Me parece interesante ahora el caso de "Campeones", de Javier Fesser, porque creo que lo está haciendo muy bien con la promoción para ser una película totalmente independiente y que no tiene ni una televisión privada detrás, han sabido hacer ruido y liderar la taquilla.
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