Desiree Reyes (Panamericana): "Lo extraordinario es que los dominicanos apoyan de manera entusiasta su cine"
- por © Mireia Quintana (Málaga)-PRODUCCIONLATINA.com
La productora dominicana Desiree Reyes Peña, de Panamericana, pese a su juventud, cuenta con una amplia experiencia en el cine producido y rodado en su país. Ha participado en grandes exitos comerciales nacionales, como la saga "Lotoman", "Tubérculo Gourmet" o "Hermanos", pero también en films de autor premiado internacionalmente, como "Jean Gentil" o la reciente "El hombre que cuida", y participó en el rodaje dominicano del film de Robert de Niro "El buen pastor / The Good Shepherd". Ahora en Europa para participar en los mercados de los festivales de Málaga y Cannes, PRODUCCIONLATINA.com habló con ella sobre el presente y el futuro de la cada vez más pujante industria dominicana.
- Cada vez se hace más cine nacional y extranjero en República Dominicana. ¿Cómo cree que está funcionando su Ley de Cine?
Realmente la actividad cinematográfica se ha desarrollado en nuestro país a partir de la aprobación de una ley de incentivos fiscales a la inversión en cine que fue aprobada en el 2010. A partir de ahí pasamos de estrenar una o dos películas al año a una cifra, para nosotros extraordinaria, como 20 o 22 películas al año, que comparadas además con las 245 que se estrenan de Hollywood, tienen la ventaja de que llevan más público las 20 dominicanas que las de Hollywood. Es muy significativo que exista un apoyo desde el Estado a la inversión en cine, pero también es muy importante el apoyo por parte del público a las películas dominicanas.
- La infraestructura de la que disponen, esos estudios en sociedad con Pinewood, han sido claves, imagino...
República Dominicana es un país con una ubicación geográfica muy interesante porque además de que hay buen clima todo el año y para rodar las estaciones no tienen climas extremos, también existen diferentes topografías y ambientes que permiten que se recreen muchos mundos distintos. Particularmente, ha habido inversión en la puesta en desarrollo de estudios, algunos tan ambiciosos como los Estudios Pinewood, cuya matriz está en Inglaterra. Hay una estructura local vinculada a ellos que cuenta no solamente con aforos enormes, sino también con estudios en agua, con horizonte de mar y ese tipo de especializaciones técnicas. Creo que, en República Dominicana, además de los estudios, los servicios y las profesiones están en un excelente nivel en lo que respecta al mundo del cine internacional.
- ¿La formación de los profesionales también ha avanzado?
Como en todas las profesiones, la formación en el mundo del cine es necesaria, pero en algunos casos puede no ser indispensable, porque una cosa es un título que avala una formación académica y otra es el talento, el compromiso, o la necesidad particular que tiene una persona de aprender y de formarse en un área de su interés. En Dominicana tenemos escuelas de cine, muy pocas, y algunas de ellas se han desarrollado en los últimos años a partir de la demanda de profesionales en el sector e, indudablemente, la escuela internacional de cine en la que yo estudié (la de San Antonio de los Baños, en la vecina Cuba), también ha favorecido la formación de muchos jóvenes, no sólo de Dominicana, sino de la región en general, que están trabajando en nuestra industria. La formación siempre suma, nunca sobra. Muchas veces, en el cine pasa que hay necesidad de especialización de otras profesiones. Lo bueno que tiene el cine, y es por lo que la actividad se incentiva desde el Estado, es que participan profesionales de todas las áreas, porque se necesitan abogados, contables, arquitectos… es multidisciplinario. Si bien, hay especializaciones diferentes para participar en cada película, pero desde todas las formaciones: vestuario, maquillaje, peluquería… Son otras profesiones que se pueden enfocar a través del cine en trabajos particulares y muy divertidos.
- ¿Qué considera que se puede establecer para atraer más rodajes internacionales en Dominicana?
Hay un trabajo que está haciendo la Dirección General de Cine, promoviendo a República Dominicana como un destino turístico, porque la ley del incentivo a la inversión favorece de manera particular las inversiones que vienen del extranjero a hacer películas en nuestro país, aprovechando estas facilidades geográficas y profesionales. O sea que también hay un incentivo a esa inversión y lo que está haciendo el Estado, por ejemplo, aquí en Málaga, es promocionar el país a través de un estand en el nuevo mercado que se ha estrenado este año. Además, es uno de los pocos países que cuenta con él y también en Cannes lo tendremos. Hay un personal de la Dirección General de Cine que está siempre viajando, promoviendo estas facilidades y haciendo una puesta en contacto entre los profesionales dominicanos con los posibles interesados en ir a rodar allá. Es interesante, si me permite añadir, que en el contexto del Caribe, que es tan variado, la cinematografía dominicana es una cinematografía emergente, a diferencia de Cuba, de Puerto Rico, de Jamaica, e incluso de Haití, donde se hicieron algunas películas mucho antes de que en Dominicana se estuviera haciendo cine, pero, a pesar de ello, República Dominicana es el motorcito donde hay una ebullición y un desarrollo de la actividad cinematográfica que se ha integrado a toda esa producción caribeña, pero que, sobre todo, está participando en un desarrollo desde el punto de vista de industria y de territorio o de mercado para todas las películas caribeñas. Ese dinamismo del cine dominicano, de alguna manera ha contagiado y ha permitido que en este momento se pueda hablar también de un cine caribeño activo, vivo y que puede dar mucho que hablar en los próximos años dentro de un contexto de cine en español.
- Dos de sus últimas películas, "El hombre que cuida" y "Luis", pasaron por la última edición del Festival de Huelva, y ahora está en Málaga, ¿hasta qué punto cree que un festival es un buen instrumento para promocionar un proyecto o una obra cinematográfica?
Tuvimos efectivamente dos películas en Huelva, "El hombre que cuida" y "Luís", una cinta en la que fui productora también, aunque fuera de concurso. Aquí en Málaga no tenemos ningún proyecto dominicano en la competencia oficial o fuera de concurso, pero sí en el mercado. Hay un proyecto del que se hace un pitch que se llama "Candela". No estoy personalmente vinculado con él, pero todo lo que sea dominicano nos apoyamos mucho los unos a los otros. Los festivales y los mercados son indudablemente la puerta que permite que una película, en este caso dominicana, pueda comenzar a ser valorada por otros públicos y en otros escenarios. Naturalmente, no todas las películas cumplen los requisitos para estar dentro de una fina selección en competencia en un festival, pero los festivales son también la oportunidad de conocerse, compartir intereses, desarrollar proyectos que pudieran estar eventualmente en común, y por eso no solamente con las películas, sino con los proyectos hacemos el esfuerzo de viajar, compartir y dar a conocer lo que estamos haciendo, porque de eso se trata en los festivales, de ser grandes escaparates para la industria. Para nosotros, que tenemos una cinematografía tan joven, es la oportunidad de decir: "hay un cine que es dominicano, comiencen a fijarse en eso". A lo mejor no es una película en este caso, pero la gente comienza a estar pendiente de la industria internacional y los públicos comienzan a saber que se está haciendo cine allí y quieren prestarle atención. Me parece una maravillosa oportunidad cada festival que hagan para darse a conocer.
- La República Dominicana es un país relativamente pequeño, cuando hacen una película, ¿tienen que pensar obligatoriamente en venderla al exterior para amortizarla?
Nosotros tenemos una población aproximada de 10 millones de habitantes, sin embargo, cada año, el promedio de venta de taquilla es de 4 millones y pico, o sea que no tenemos un mercado muy grande. Cuando a una película le va extraordinariamente bien, significa que, compitiendo con 250 de Hollywood, más las otras dominicanas, tienes que hacerte un huequito en ese espacio. Lo extraordinario es que el público dominicano apoya de manera entusiasta y comprometida las películas nacionales, y por ejemplo, en nuestro caso, hemos tenido cintas como "Lotoman" o "Tubérculo Gourmet", que son familiares, de muy buena factura y que han logrado que en un año el 20 ó 25% de todas las taquillas vendidas sean para una sola película y que ésta sea dominicana. Por tanto, dentro del territorio hay un apoyo extraordinario, pero fuera del mismo, ese apoyo del público dominicano comienza a llamar la atención. Las películas que tienen éxito dentro del ámbito local también comienzan a estrenarse en Puerto Rico y en otros cines del Caribe, en Panamá, en lugares de Estados Unidos donde hay público latinoamericano y, naturalmente, también viajan mucho a través de la televisión, a Cine Latino, HBO… sobre todo a esas plataformas de cine en español que hay en canales de cable. En términos de negocio y de mercado, es, hasta ahora, el camino natural que han seguido las películas dominicanas, sobre todo las que han tenido un éxito de público en el territorio nacional.
- ¿Cuáles son las ideas que más le seducen cuando elige un proyecto?
Yo trabajo mucho con el director o la directora, en este caso he trabajado más con hombres, y me apasiona la fe que un director puede tener en su proyecto. Yo creo que lo que me seduce, más que un tipo de historia en particular, es el compromiso y el entusiasmo particular que tiene el director con el proyecto que quiere dirigir, eso me hace sentir comprometida con el logro de ver ese sueño en la pantalla grande.
- Hace poco, en marzo, se estrenó "Hermanos" de Archie López, en la que usted produjo, ¿qué proyectos tiene a partir de ahora?
"Hermanos" está en cartelera en República Dominicana todavía y ésta siendo una película de un perfil muy exitoso, estamos muy contentos con ella. Estamos preparando ya su estreno internacional, en este caso en Puerto Rico, en Panamá, en Estados Unidos... y es la razón por la que estoy aquí también. Tenemos en desarrollo tres proyectos, en este caso son unas historias dramáticas que pudieran potencialmente ser coproducidas con España. Estamos trabajando con personajes españoles, dos mujeres en cada película, un personaje principal es por casualidad una española, y son en un caso una ópera prima de Marel Alemany que es un director de publicidad con el que solemos trabajar nuestra empresa, Panamericana. Es uno de los directores asociados, muy exitoso, y ha preparado su largometraje de debut en la pantalla grande que se llama "Muero de felicidad". Estamos con él casi entrando a preproducción y terminando de completar el financiamiento. Por otro lado, hay un par de proyectos más en los que estamos trabajando para sacarlos lo antes posible.
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- Cada vez se hace más cine nacional y extranjero en República Dominicana. ¿Cómo cree que está funcionando su Ley de Cine?
Realmente la actividad cinematográfica se ha desarrollado en nuestro país a partir de la aprobación de una ley de incentivos fiscales a la inversión en cine que fue aprobada en el 2010. A partir de ahí pasamos de estrenar una o dos películas al año a una cifra, para nosotros extraordinaria, como 20 o 22 películas al año, que comparadas además con las 245 que se estrenan de Hollywood, tienen la ventaja de que llevan más público las 20 dominicanas que las de Hollywood. Es muy significativo que exista un apoyo desde el Estado a la inversión en cine, pero también es muy importante el apoyo por parte del público a las películas dominicanas.
- La infraestructura de la que disponen, esos estudios en sociedad con Pinewood, han sido claves, imagino...
República Dominicana es un país con una ubicación geográfica muy interesante porque además de que hay buen clima todo el año y para rodar las estaciones no tienen climas extremos, también existen diferentes topografías y ambientes que permiten que se recreen muchos mundos distintos. Particularmente, ha habido inversión en la puesta en desarrollo de estudios, algunos tan ambiciosos como los Estudios Pinewood, cuya matriz está en Inglaterra. Hay una estructura local vinculada a ellos que cuenta no solamente con aforos enormes, sino también con estudios en agua, con horizonte de mar y ese tipo de especializaciones técnicas. Creo que, en República Dominicana, además de los estudios, los servicios y las profesiones están en un excelente nivel en lo que respecta al mundo del cine internacional.
- ¿La formación de los profesionales también ha avanzado?
Como en todas las profesiones, la formación en el mundo del cine es necesaria, pero en algunos casos puede no ser indispensable, porque una cosa es un título que avala una formación académica y otra es el talento, el compromiso, o la necesidad particular que tiene una persona de aprender y de formarse en un área de su interés. En Dominicana tenemos escuelas de cine, muy pocas, y algunas de ellas se han desarrollado en los últimos años a partir de la demanda de profesionales en el sector e, indudablemente, la escuela internacional de cine en la que yo estudié (la de San Antonio de los Baños, en la vecina Cuba), también ha favorecido la formación de muchos jóvenes, no sólo de Dominicana, sino de la región en general, que están trabajando en nuestra industria. La formación siempre suma, nunca sobra. Muchas veces, en el cine pasa que hay necesidad de especialización de otras profesiones. Lo bueno que tiene el cine, y es por lo que la actividad se incentiva desde el Estado, es que participan profesionales de todas las áreas, porque se necesitan abogados, contables, arquitectos… es multidisciplinario. Si bien, hay especializaciones diferentes para participar en cada película, pero desde todas las formaciones: vestuario, maquillaje, peluquería… Son otras profesiones que se pueden enfocar a través del cine en trabajos particulares y muy divertidos.
- ¿Qué considera que se puede establecer para atraer más rodajes internacionales en Dominicana?
Hay un trabajo que está haciendo la Dirección General de Cine, promoviendo a República Dominicana como un destino turístico, porque la ley del incentivo a la inversión favorece de manera particular las inversiones que vienen del extranjero a hacer películas en nuestro país, aprovechando estas facilidades geográficas y profesionales. O sea que también hay un incentivo a esa inversión y lo que está haciendo el Estado, por ejemplo, aquí en Málaga, es promocionar el país a través de un estand en el nuevo mercado que se ha estrenado este año. Además, es uno de los pocos países que cuenta con él y también en Cannes lo tendremos. Hay un personal de la Dirección General de Cine que está siempre viajando, promoviendo estas facilidades y haciendo una puesta en contacto entre los profesionales dominicanos con los posibles interesados en ir a rodar allá. Es interesante, si me permite añadir, que en el contexto del Caribe, que es tan variado, la cinematografía dominicana es una cinematografía emergente, a diferencia de Cuba, de Puerto Rico, de Jamaica, e incluso de Haití, donde se hicieron algunas películas mucho antes de que en Dominicana se estuviera haciendo cine, pero, a pesar de ello, República Dominicana es el motorcito donde hay una ebullición y un desarrollo de la actividad cinematográfica que se ha integrado a toda esa producción caribeña, pero que, sobre todo, está participando en un desarrollo desde el punto de vista de industria y de territorio o de mercado para todas las películas caribeñas. Ese dinamismo del cine dominicano, de alguna manera ha contagiado y ha permitido que en este momento se pueda hablar también de un cine caribeño activo, vivo y que puede dar mucho que hablar en los próximos años dentro de un contexto de cine en español.
- Dos de sus últimas películas, "El hombre que cuida" y "Luis", pasaron por la última edición del Festival de Huelva, y ahora está en Málaga, ¿hasta qué punto cree que un festival es un buen instrumento para promocionar un proyecto o una obra cinematográfica?
Tuvimos efectivamente dos películas en Huelva, "El hombre que cuida" y "Luís", una cinta en la que fui productora también, aunque fuera de concurso. Aquí en Málaga no tenemos ningún proyecto dominicano en la competencia oficial o fuera de concurso, pero sí en el mercado. Hay un proyecto del que se hace un pitch que se llama "Candela". No estoy personalmente vinculado con él, pero todo lo que sea dominicano nos apoyamos mucho los unos a los otros. Los festivales y los mercados son indudablemente la puerta que permite que una película, en este caso dominicana, pueda comenzar a ser valorada por otros públicos y en otros escenarios. Naturalmente, no todas las películas cumplen los requisitos para estar dentro de una fina selección en competencia en un festival, pero los festivales son también la oportunidad de conocerse, compartir intereses, desarrollar proyectos que pudieran estar eventualmente en común, y por eso no solamente con las películas, sino con los proyectos hacemos el esfuerzo de viajar, compartir y dar a conocer lo que estamos haciendo, porque de eso se trata en los festivales, de ser grandes escaparates para la industria. Para nosotros, que tenemos una cinematografía tan joven, es la oportunidad de decir: "hay un cine que es dominicano, comiencen a fijarse en eso". A lo mejor no es una película en este caso, pero la gente comienza a estar pendiente de la industria internacional y los públicos comienzan a saber que se está haciendo cine allí y quieren prestarle atención. Me parece una maravillosa oportunidad cada festival que hagan para darse a conocer.
- La República Dominicana es un país relativamente pequeño, cuando hacen una película, ¿tienen que pensar obligatoriamente en venderla al exterior para amortizarla?
Nosotros tenemos una población aproximada de 10 millones de habitantes, sin embargo, cada año, el promedio de venta de taquilla es de 4 millones y pico, o sea que no tenemos un mercado muy grande. Cuando a una película le va extraordinariamente bien, significa que, compitiendo con 250 de Hollywood, más las otras dominicanas, tienes que hacerte un huequito en ese espacio. Lo extraordinario es que el público dominicano apoya de manera entusiasta y comprometida las películas nacionales, y por ejemplo, en nuestro caso, hemos tenido cintas como "Lotoman" o "Tubérculo Gourmet", que son familiares, de muy buena factura y que han logrado que en un año el 20 ó 25% de todas las taquillas vendidas sean para una sola película y que ésta sea dominicana. Por tanto, dentro del territorio hay un apoyo extraordinario, pero fuera del mismo, ese apoyo del público dominicano comienza a llamar la atención. Las películas que tienen éxito dentro del ámbito local también comienzan a estrenarse en Puerto Rico y en otros cines del Caribe, en Panamá, en lugares de Estados Unidos donde hay público latinoamericano y, naturalmente, también viajan mucho a través de la televisión, a Cine Latino, HBO… sobre todo a esas plataformas de cine en español que hay en canales de cable. En términos de negocio y de mercado, es, hasta ahora, el camino natural que han seguido las películas dominicanas, sobre todo las que han tenido un éxito de público en el territorio nacional.
- ¿Cuáles son las ideas que más le seducen cuando elige un proyecto?
Yo trabajo mucho con el director o la directora, en este caso he trabajado más con hombres, y me apasiona la fe que un director puede tener en su proyecto. Yo creo que lo que me seduce, más que un tipo de historia en particular, es el compromiso y el entusiasmo particular que tiene el director con el proyecto que quiere dirigir, eso me hace sentir comprometida con el logro de ver ese sueño en la pantalla grande.
- Hace poco, en marzo, se estrenó "Hermanos" de Archie López, en la que usted produjo, ¿qué proyectos tiene a partir de ahora?
"Hermanos" está en cartelera en República Dominicana todavía y ésta siendo una película de un perfil muy exitoso, estamos muy contentos con ella. Estamos preparando ya su estreno internacional, en este caso en Puerto Rico, en Panamá, en Estados Unidos... y es la razón por la que estoy aquí también. Tenemos en desarrollo tres proyectos, en este caso son unas historias dramáticas que pudieran potencialmente ser coproducidas con España. Estamos trabajando con personajes españoles, dos mujeres en cada película, un personaje principal es por casualidad una española, y son en un caso una ópera prima de Marel Alemany que es un director de publicidad con el que solemos trabajar nuestra empresa, Panamericana. Es uno de los directores asociados, muy exitoso, y ha preparado su largometraje de debut en la pantalla grande que se llama "Muero de felicidad". Estamos con él casi entrando a preproducción y terminando de completar el financiamiento. Por otro lado, hay un par de proyectos más en los que estamos trabajando para sacarlos lo antes posible.
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