Producción Latina

En los últimos años, las islas Canarias se han convertido en un enorme plató, donde producciones como “Jason Bourne”, “1898: Los últimos de Filipinas”, “No dormirás” o “Solo”, que se presentará en el próximo Festival de Málaga, han llevado a cabo sus rodajes. Para facilitar la labor a los profesionales del sector, nació la Tenerife Film Commission, un departamento de la SPET - Turismo de Tenerife, que trata de impulsar la producción audiovisual en la isla. Desde el año 2000, trabajan y apoyan tanto a productoras locales como extranjeras y peninsulares, con el objetivo de desarrollar y planificar estrategias eficaces para potenciar esta industria y promocionar Tenerife como lugar de rodaje. Desde allí, su director Ricardo Martínez Cedrés, en una entrevista en exclusiva para PRODUCCIONLATINA.com, explica las razones del crecimiento del sector de la producción audiovisual en la isla canaria y los objetivos de promoción del turismo mediante la colaboración entre administraciones públicas y el sector privado.

Como nosotros siempre explicamos, el éxito, entre comillas, que tampoco nos gusta presumir porque detrás hay mucho trabajo, viene motivado por tres partes. Una es natural, la que la creación nos ha dado, las condiciones naturales que tenemos en tanto a variedad paisajística. Si hablamos de Canarias, son islas muy complementarias, con paisajes muy complementarios. En el caso particular de Tenerife, además, es una isla que prácticamente reúne todas las localizaciones, hablando de imagen real. Eso sería una parte, las condiciones de luz, todo eso que conocemos, que a nivel técnico nos destaca un poco. Hay otra parte que se ha ido desarrollando a lo largo de los años, que es la industria local. Cada vez vienen más producciones, lo que ha permitido que se vaya creando una industria paralela a la audiovisual y que tengan que venir menos profesionales con la producción. La tercera parte, muy relevante, es tener por fin unos incentivos fiscales que nos colocan dentro del marco europeo de una manera muy competitiva y, especialmente a Canarias, porque tenemos un régimen específico, económico y fiscal, para contrarrestar nuestra lejanía y fragmentación territorial, que hace que aquellas ayudas que en territorio nacional llevan un porcentaje, aquí se incrementen 20 puntos.

No se podría, aunque Navarra y País Vasco tienen también un régimen foral. Pero si hablamos por ejemplo de Extremadura, no podrían conseguir las mismas condiciones porque las nuestras están basadas en ser región ultraperiférica, región alejada y además fragmentada, con lo cual se supone que no son gratuitos estos incentivos, que están para compensar un hecho territorial claro. Esos tres ingredientes, localización, industria e incentivos fiscales, lógicamente combinados, hacen que, afortunadamente, estemos teniendo la atracción de muchos proyectos audiovisuales, tanto de imagen real, como desde hace dos o tres años, de animación, que son sistemas muy diferentes. Y, aunque el trabajo para estos últimos se realiza prácticamente en una oficina, ambas modalidades tienen los mismos incentivos fiscales.

Como bien dice, es un ingreso no recibido porque son deducciones sobre impuestos. Son impuestos estatales, es la hacienda estatal la que al final practica esas deducciones, bien sea para una producción nacional, o para una extranjera. Hay una ventaja cultural, que evidentemente es más intangible, es decir, incentivamos un sector cultural que nos interesa. Este sector está muy subvencionado porque no tiene un reporte directo en cuanto a rentabilidad y, muchas veces, hay que pagarlo con dinero público, esa es la primera estimulación. Lógicamente, una producción audiovisual del calado que sea es un producto cultural, pero se ha demostrado con varios informes y estudios profesionales, que estamos incentivando de esta manera la recuperación de impuestos. Por ejemplo, si usted atrae una producción, estimula otros gastos en hoteles, restaurantes, alquileres, servicios profesionales, etc., que sin esa producción no se llevarían a cabo, con lo cual, está facilitando que, indirectamente, esas actividades, generen una recaudación de impuestos. El nuevo incentivo fiscal, que se aprobó en 2015, sufrió el año pasado una modificación en las bases de ejecución del presupuesto y habrá que valorar en cinco o seis años, si realmente, desde el punto de la administración, que yo estoy convencido de que sí, esa disminución de ingresos fiscales por un lado, se recupera por otro. Pero tenemos que dejar pasar un tiempo, la idea es que se están impulsando, incentivando y reactivando otros servicios que sí van a general unos ingresos fiscales.

Sí, entiendo que se refiere al efecto promocional que puede significar para un territorio.

Efectivamente, de hecho, la Tenerife Film Commission está integrada dentro de la empresa Turismo de Tenerife. Así nació, para atraer rodajes de manera que esos soportes que aquí se produjeran, supusieran otro más promocional para la isla. Y es verdad que eso es más complicado de calcular. Por ejemplo, la última superproducción que se rodó aquí fue “Jason Bourne”, con Matt Damon. Aunque la historia transcurre en Grecia, durante el rodaje, como todo el mundo es muy activo con las redes sociales, la gente hacía referencia a que estaba en Tenerife, los actores principales, los directores, los medios profesionales, es decir, el mundillo alrededor del audiovisual hacía referencia continua durante los dos meses de rodaje a que estaban en Tenerife y, además, destacaban lo maravillosa que es la isla, la luz que tiene, que se puede salir en manga corta en el mes de octubre… Ese valor sí lo podemos medir nosotros y le puedo asegurar que es multimillonario, y eso que, en este caso, la historia no transcurría en Tenerife. Es cierto que los casos que comenta de series que se ruedan en alguna localidad ayudan mucho, pero su impacto turístico es reducido y muy a corto plazo. Una de nuestras asignaturas pendientes es tener la referencia de una historia que transcurra en el territorio para apoyar más la promoción turística.

Sí, somos una isla reducida y tenemos la capacidad que tenemos. Piense que no sólo nos referimos a la capacidad técnica que tenga la industria local para atender rodajes, sino a la infraestructura de alrededor. Si vienen cuatro producciones al mismo tiempo... nosotros tenemos la infraestructura hotelera que tenemos, los coches de alquiler que tenemos… con lo cual, hemos calculado que podríamos atender simultáneamente entre dos o tres producciones. Más de eso no seríamos capaces. Estamos trabajando con el sector privado porque nos faltan algunas infraestructuras importantes, como unos estudios de grabación. Tenerlos nos permitiría complementar la parte de localización natural con la parte de grabación en estudio o postproducción. Y como objetivo, cuantas más mejor, nos interesan las superproducciones, pero nos interesan muchísimo más, porque son las que crean industria, las medianas producciones y las producciones de publicidad, que son recurrentes, muy numerosas y sí permiten tener una industria asentada regularmente en el territorio. Las grandes producciones vienen una o dos este año, pero a lo mejor al año que viene no les cuadra, y es más intermitente. Sin embargo, las de mediano tamaño y sobre todo, las que a nosotros nos gusta destacar mucho, las de publicidad, son producciones que están una semana pero dejan mucho rédito económico y funcionan francamente bien. Aunque, por supuesto, también queremos que vengan las grandes superproducciones.

La última de Bourne. Calculamos que dejó por encima de los 15 millones de euros en cuatro semanas de rodaje. Hay un efecto directo sobre la industria, de lo que ellos alquilan aquí; un efecto indirecto, que sería, por ejemplo, lo que le pagan al vecino por alquilarle el balcón, por cerrarle el negocio, etc.; y el inducido, que es el que se produce como efecto promocional. Se sabe que están rodando en Tenerife, lo damos a conocer y lo potenciamos. Esos son los tres efectos que nosotros más o menos calculamos.

Bueno, aquí tenemos una ventaja, hay una institución, los Cabildos, que vienen a ser como las Diputaciones Provinciales en la península. Históricamente los Cabildos han tenido mucha fuerza en la política o en la organización de la vida del ciudadano. Afortunadamente, también tienen muchísimas competencias sobre lo que a nosotros nos interesa, sobre los parajes más demandados, como pueden ser los espacios naturales protegidos, entre los cuales incluimos el Parque Nacional del Teide y toda la corona forestal que lo rodea. Dese cuenta de que el 50% del suelo de la isla está protegido, o es paso natural o parque nacional, etc., con lo cual, al estar la Film Commission dentro de un área de turismo del Cabildo, es relativamente más fácil llegar a acuerdos con otras áreas, como medio ambiente, carreteras… que son los espacios más protegidos. Y el otro espacio, el de costas, que al ser una isla disponemos de mucho, depende directamente del Ministerio de Medio Ambiente en Madrid. Nosotros tenemos la fortuna de haber sacado adelante lo que llamamos un permiso anual de costas y no necesitamos pedirlo por cada uno de los proyectos, sino que cada año nos lo conceden y sólo debemos comunicar a la administración cada vez que hay un rodaje. Eso lo tenemos tanto la Film Commission como la mayoría de las productoras que están operando en Tenerife, con lo cual yo creo que sí, que es más sencillo o más rápido pedir un permiso en las islas por ese protagonismo que le he dicho del Cabildo Insular de Tenerife, que tiene muchas competencias.

Nos gustaría alcanzar tres objetivos. Uno, consolidar definitivamente los incentivos fiscales, porque, como he dicho antes, son relativamente nuevos en su aplicación y aún tienen problemas de rodaje de los primeros kilómetros, como si fuesen un coche. Todavía tenemos que mejorar la aplicación y, sobre todo, la interpretación por parte de la administración. Se está consiguiendo poquito a poco. Otro objetivo es implicarnos muchísimo más y potenciar el sector de la animación. Para nosotros es estratégico, porque, además de ser una parte del sector audiovisual, permite atraer empresas para que se instalen en Tenerife. Nos interesa no sólo que vengan proyectos audiovisuales y que rueden tres o cuatro semanas, también atraer a empresas que produzcan desde aquí regularmente, aunque lo distribuyan a todo el mundo. Es decir, tener una masa crítica de empresas aquí que operen en el sector de la animación. Y el tercero, lo que mencioné antes, completar, en cuanto a infraestructuras, lo que entendemos que es necesario, que exista un estudio de grabación importante que nos permita acoger cualquier tipo de producción grande, pequeña o mediana, para atraer más rodajes cuyas estancias en la isla fueran más amplias.

Tenemos claro que no lo vamos a financiar con dinero público. Otra cosa es que demos facilidades, pero no va a ser una iniciativa pública. Creo que el papel de la administración es otro. Debe ser el sector privado, aunque nosotros utilicemos mecanismos para ofrecer a determinados inversores. Tenemos dentro del Cabildo una marca que se llama “Why Tenerife?”, que atrae inversores a la isla y estamos lanzando esta idea, explicando que podría ser rentable, ofreciéndola para que un operador privado se decida y se instale. Podría tener un apoyo en determinadas cuestiones para permisos, para obtención de terrenos, pero tenemos claro que no sería iniciativa pública, precisamente para no repetir los errores que se han producido en otros lugares. Por lo tanto, esos son nuestros tres objetivos a medio plazo: formalizar o que se consoliden los incentivos, potenciar el sector de animación y completar el tema de infraestructuras con un gran estudio.

Probablemente los que no dependan de nosotros. Lo de los incentivos está ya medio logrado, porque eso es cuestión de tiempo, y de que vayan entrando producciones para aplicarlo. Quizá lo más complicado, porque depende del sector privado, sea atraer al inversor para que haga el estudio de grabación. No es fácil porque es una inversión muy costosa y será lo más complicado de llevar a cabo.

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